Cada vez que Safa escuchaba el nombre del Dragón Blanco, una sonrisa aparecía en su rostro, una que no podía ocultar a los demás. Esto solo hacía que la gente pensara aún más que ella podría ser el arma secreta que la Facción Oscura estaba guardando.
Sin embargo, la razón de su sonrisa era simple.
«Todo este hablar del Dragón Blanco, y aún nadie se da cuenta de que él está del otro lado, que es a quien también han llamado el Demonio. Cuánto tiempo lleva Raze de Pagna aquí, y cuántas leyendas ha transmitido en este lugar.»
«Solo me hace sonreír ver a tantas personas hablando de él. Sé que no es mi hermano, pero mientras está en ese cuerpo, y las acciones que realiza cuidándome, se siente como si fuera otro hermano que ahora tengo en esta vida.»
Sin responder a las burlas de Hanna, ella agarró su lanza, y el enfrentamiento había comenzado.