—¿Admites tu error?
—No tengo idea
—De hecho, ese es tu error. ¡No tienes idea! Eres ignorante, pero actuaste por tu cuenta sin pensar en el problema que podrías haber causado —Arlan espetó—. ¿Sabes lo que podría haber pasado? ¿No pensaste cómo un reino enemigo puede usarte y meternos en problemas? ¿No se te ocurrió que podría haber sido una trampa? ¡Podrían haberte inculpado de un delito!
Los ojos de Oriana se iluminaron con indignación. Su tono la hacía sentir insultada. —¿Crees que todos actúan por maldad, Su Alteza? ¿Son todas las personas sospechosas a tus ojos? ¿Por qué utilizarían a un simple sirviente como yo