Nyx se sentía cada día más pesada y su vientre de embarazada se desarrollaba a cada minuto. No era fácil ya que ella nunca había sido madre antes.
A veces simplemente gritaba sin razón y esto a menudo asustaba a Dora. Siempre intentaba calmar a Nyx de cualquier manera que pudiera.
A veces Nyx se sentía mal por Dora, sentía que la molestaba un poco demasiado, pero Dora nunca se quejó. Se preguntaba qué habría hecho si no hubiera conocido a Dora.
—Lo siento tanto Dora, cuando dé a luz al bebé, todo esto terminará —dijo un día cuando vio la manera en que Dora trabajaba incansablemente ese día.
Dora solo sonrió, —Incluso cuando llegue el pequeño cachorro, lo cuidaremos. No te preocupes, podemos cuidarlo juntas —sonrió con dulzura.
Nyx suspiró, no quería que Dora soportara todo el problema sola, así que a veces también intentaba trabajar en la pequeña forma en que podía.
—Saldré a buscar comida. No nos queda mucho —le dijo Dora a Nyx y dejó la casa.