—¡Me refería a presa, como si fuera a ver una presa! —se corrigió rápidamente, esperando haber convencido a Teresa.
—¡Está bien, siéntate! —Teresa sonrió para sus adentros, divertida por el hecho de que Aurora era mala mintiendo, pero aun así intentaba engañarla. Era tan obvio que estaba hablando de Damien, pero Aurora parecía no darse cuenta de que Teresa lo sabía todo.
—¿Entonces qué vamos a hacer hoy? —Aurora preguntó tan pronto como se sentó.
—El primer paso de nuestra sesión de intimidad. Se trata de discusión —respondió Teresa, sacando un libro.
—¿Discusión? —Aurora repitió, preguntándose cómo una conversación le ayudaría a combatir su fobia. Ella esperaba algo más tangible, como un medicamento o una prueba.
—Sí, preguntas y respuestas —detalló Teresa.
—¿Cuál es tu definición de intimidad? —Teresa preguntó, cambiando su expresión a la de una terapeuta seria.