—El ritmo de Tang Rou no es bueno... —concluyó finalmente Li Yibo después de observar y pensarlo con cuidado.
—¿Oh?
—Demasiado apresurado. Esta un poco fuera de control —dijo Li Yibo.
—Esto... No es nada demasiado sorprendente —suspiró Pan Lin.
Cuando hablaban sobre Tang Rou, el que perdiera el control de su ritmo era un punto que surgía con frecuencia.
Para muchos de los novatos el problemas normalmente era debido a que les faltaba confianza. Jugaban con miedo y eran demasiado cautelosos, incapacitándolos de liberar todo su potencial.
¿Pero Tang Rou? Ella atacaba agresivamente y sin miedo. ¿Asustada? Para nada. ¿Sin confianza? Tampoco era un problema. Sus problemas no eran jugar con miedo o con demasiado cuidado, sino jugar demasiado agresivamente.
Jugar demasiado agresivamente no la incapacitaba de desatar todo su potencial. Por el contrario, la impulsaba a intentar metas imposibles, lo que le causaba muchos problemas.