Linley estaba en una necesidad urgente de una buena arma, así que Monroe Dawson decidió llevar a Linley de inmediato hacia el Maestro Vincente. Monroe Dawson, Linley, Yale, George, y Reynolds fueron en grupo hacia una vivienda no muy lejana.
—¡Lord Presidente! —el guardia en la entrada de inmediato se inclinó respetuosamente al ver a Monroe Dawson.
Los sirvientes y guardias del clan Hyde habían sido preparados personalmente por Monroe Dawson. Ellos pertenecían al Conglomerado Dawson desde el inicio.
—¿Lord Dawson ha llegado? —un hombre de mediana edad que habían estado descansando tranquilamente en el patio frontal instantáneamente se puso de pie y caminó hacia ellos. Su rostro estaba lleno con gratitud, él dijo—: Lord Dawson, si quería verme, todo lo que tenía que hacer era enviar a alguien por mí. Y yo iría a donde usted estuviese.
Ese Vincente verdaderamente se sentía gratificado hacia Monroe Dawson.