Treinta minutos después, William Cole y su equipo aparecieron en una granja privada a las afueras de Ciudad Capital.
Tan pronto como aparecieron en las puertas de la granja, un aullido de un perro lobo resonó desde dentro. Un hombre gordo con un tatuaje en su brazo, su rostro surcado de arrugas, surgió, gritando —¿Quiénes son ustedes? ¡Lárguense al diablo, esto es una granja privada!
Con un paso rápido hacia adelante, Dragón Verde lo derribó.
Apuntando a su cabeza, exigió —¿Dónde está Noir?
—¿De qué Noir hablas?
Con un pisotón, Dragón Verde destrozó el brazo del hombre.
Con un grito, el hombre suplicó —¡Noir está en la propiedad!
—¡Entren y atrápenlo! —ordenó Dragón Verde, liderando a sus hombres dentro de la granja.
Adentro, no era una granja grande, llena de muchas vacas y montones de carne de res descuartizada.