El anciano acompañado de la joven entró a la habitación y miró los platos rotos con los alimentos en el suelo, volteó a mirar a la joven por unos segundos. Ella solo pudo sonreir de forma incómoda.
El anciano dejó esto a un lado y miró a los ojos somnolientos e inexpresivos de Bai Yingzu. Una suave sonrisa se mostró en el rostro envejecido del hombre, ignorando los platos rotos frente a la puerta dio un paso al frente y se acercó hacia la cama.
"Ying, finalmente has despertado". El anciano se acercó a la cabecera de la cama y puso sus manos en la frente de Bai Yingzu.
Bai Yingzu no se sorprendió de la forma en la que fue llamado, sabía que en este nuevo mundo el dueño anterior del cuerpo también recibia su mismo nombre. Una extraña coincidencia a la que no le prestó mucha atención.
Al contacto con las manos del anciano Bai Yingzu sintió una cálida y extraña sensación introduciéndose en su cuerpo, esta era la sensación de que algún tipo de fluido recorría desde su cabeza hasta los pies. Se sintió observado, como si estuviera desnudo ante las miradas, similar a un tipo de muestra bajo los lentes de un microscopio.
La sensación solo duró unos pocos segundos, posteriormente el anciano retiró la mano con una expresión complicada. Parecía aliviado, pero al mismo tiempo preocupado por algo. Bai Yingzu simplemente quedó mirando, algo confundido por la expresión del anciano.
"Tercer anciano ¿Cómo es? ¿El joven maestro está recuperado?". El estado de ánimo antes quieto volvió a estimularse debido a la enérgica voz de aquella chica.
"Necesitaremos la opinión del médico. Xia Yanyu, llama al médico Wenyan". El anciano ordenó a la joven mujer. Ella entendiendo que esto no podía esperar y salió rápidamente.
Bai Yingzu conocía a este anciano, especialmente porque tuvo una buena relación desde su corta infancia. Se trataba del tercer anciano del clan Bai, Bai Lie, quien era el abuelo de su media hermana. Este hombre lo había tratado como a uno más de sus nietos, y Bai Yingzu por su parte le había respetado como a un segundo abuelo.
Ahora Bai Yingzu sabía que muy seguramente el lugar en el que se encontraba actualmente era el territorio del clan Bai. Este estaba ubicado en una pequeña ciudad de las que eran dueños, se encontraba habitado por familiares consanguineos desde los muy cercanos hasta los demasiado alejados, miembros sin parentesco anexados por compromisos, vasallos, empresarios y mortales comunes.
Bai Yingzu entendía que básicamente los clanes eran muy similares a los clanes antiguos de su mundo, tanto en gestión como en estructura interna, en esencia simplemente son un grupo formado por los vínculos de un ancestro en común sea pariente de sangre o no, aunque se le da más valor a la sangre.
Bai Lie había guardado silencio desde que aquella joven había salido en busca del médico, se mantuvo en silencio mirando a Bai Yingzu teniendo pensamientos complicados.
Bai Yingzu como no podía hablar ni moverse, también se quedó mirando a los ojos del anciano, ninguno podía saber lo que pensaba el otro. Varios minutos pasaron mientras que ambas personas se miraban fijamente, cada uno en sus propios pensamientos.
Bai Lie tenía preocupaciones, entre estas preocupaciones se encontraban las cuestiones acerca de la vida diaria que llevaría Bai Yingzu, los cuidados, su alimentación, y rehabilitación para retomar una vida normal.
Mientras tanto, Bai Yingzu no pensaba acerca de eso. Retomó nuevamente la construcción de sus planes, primero tendría que lidiar con la parálisis, para posteriormente investigar sobre el nuevo mundo, una vez obtenido el conocimiento podría comenzar a actuar. La rehabilitación no era algo que le preocupara, si las personas podrían mover montañas y cambiar el flujo de ríos, era impensable que la rehabilitación de un coma profundo fuera imposible.
La puerta fue abierta, aquella chica había regresado. Detrás de la joven otro anciano la seguía. Dio un saludo al tercer anciano y fue en dirección a Bai Yingzu. Del anillo de su dedo anular el médico sacó diferentes aparatos usados para hacer diagnósticos en sus pacientes.
El tiempo pasó tras una larga revisión en la que Bai Yingzu había sido desnudado, el médico terminó de revisar su condición, guardando sus aparatos médicos las metió nuevamente a su anillo, caminó hacia una silla y se sentó. El tercer anciano lo siguió y también tomó asiento.
En la misma habitación comenzaron a hablar, entonces Bai Yingzu escuchó con total atención.
"Anciano Lie te seré sincero, en mis observaciones Bai Yingzu se encuentra en un estado intratable, aquel joven que alguna vez fue nunca volverá". Volteó y miró a los ojos de un estupefacto Bai Yingzu. "Eso es solo un cascarón vacío, aunque esté con vida es imposible el recuperar su alma".
Bai Yingzu se sintió muy confundido, la confianza que había surgido de sí mismo poco a poco se extinguió. Era imposible lo que aquel médico estaba diciendo. Era de sentido común que después de un coma profundo la parálisis sería algo normal, pero con la ayuda de una larga rehabilitación podría volver a la normalidad.
'¡Médico charlatán, no es más que un médico charlatán! ¿Cómo es posible que hable de esa manera? puede ser que no sepa cómo tratarme y está diciendo toda esa tontería para no quedar mal. Solo para cuidar su reputación, tal acción es despreciable'. Bai Yingzu miró al médico con desprecio. Pero cuando escuchó al tercer anciano se calmó y aún más confusión surgió de su mente.
"Yo también me he dado cuenta, Bai Yingzu parece no estar consciente, y a pesar de respirar y ver sus alrededores pareciera como si en realidad no estuviera aquí. Como si se encontrara en un lugar lejano, sus ojos están vacíos".
Bai Yingzu pensó con más detenimiento. Escuchó el resto de palabras que el médico tenía que decir, y con cada una de sus palabras el tercer anciano asentía a las sugerencias. La sugerencia del médico Wenyan era dejarlo descansar en un sueño profundo, evitando así perturbar lo poco que quedaba de su alma. Después de unos pocos minutos más de charla el médico se despidió.
El tercer anciano regresó a lado de Bai Yingzu. "Debes tener sueño, descansa y mañana vendré a visitarte". Dijo el anciano con voz suave antes de irse.
La joven Xia Yanyu regresó a la habitación, después de todo era su trabajo el encargarse del cuidado de Bai Yingzu. Bai Yingzu por su parte se sentía cansado y un poco decaído, había descubierto que a pesar de su lucidez interior, en el exterior simplemente se veía como alguien perdido, como si no fuera consciente de las cosas.
Ser un muñeco de carne y hueso era poco para describirlo, no solo nadie sabía que estaba consciente desde su despertar, sino que estaban pensando seriamente en someterlo a un sueño profundo. Bai Yingzu entendía que ese estado de sueño no era la muerte, era literalmente dejarlo dormir en una cámara especial por el resto de lo que le quedara de vida. Podía sonar como algo completamente misericordioso para una persona que ha perdido la cordura y desconoce de su propia identidad, pero Bai Yingzu no era este tipo de persona.
Para Bai Yingzu este trato sería lo mismo que dejar morir a una persona saludable debido al diagnóstico erróneo que describía una enfermedad terminal. En estos momentos se encontraba bajo presión, no sabía cuándo lo dejarían dormir por siempre. Tenía que encontrar una solución a todo esto, en caso contrario sería su perdición. Estaba tan tenso que no pudo dormir en toda la noche.
Xia Yanyu quien lo acompañaba en la misma habitación, miró esto de forma extraña. Ella dormía en un sillón mientras que Bai Yingzu se acostaba en la cama, cuando abrió los ojos ella miró a Bai Yingzu y le pareció algo inquieto.
Ella se levantó y fue hacia Bai Yingzu. "Joven maestro". Ella lo llamó con una suave voz. Bai Yingzu no volteó, la ignoró por completo, tenía cosas más importantes que pensar. No quería perder el tiempo con aquella mujer.
En su mente seguían rondando varias ideas de como evitar su prematura muerte, si hubiese quedado muerto desde el principio no importaría. Pero ahora que sabía que podía tener una segunda vida no había razón para rendirse, se esforzaría en mantenerse a salvo sin importar el costo.
Mientras seguía en sus pensamientos de pronto tuvo una sensación cálida acercarse a él, sintió unos suaves brazos a su alrededor, estos mismos tiraron de él recostándolo sobre un par de suaves montículos. A pesar de no ser tan grandes para Bai Yingzu se sentían algo cómodos.
Saliendo de su estupor se dio cuenta de que estaba entre los brazos de aquella joven, ella se había acostado con él mientras lo abrazaba. "Joven maestro, tiene que dormir, ya se ha mantenido despierto durante todo el día". Ella acarició la cabeza de Bai Yingzu con calidez y cariño.
Bai Yingzu sintió que esta mujer era muy molesta, en estos momentos interrumpía sus pensamiento y no le dejaba pensar en comtramedidas para salvar su vida. Debido a su parálisis y a no poder hablar no podía enviarla fuera de la habitación para que dejara de molestarlo. Sin embargo el cuerpo suave y la respiración cálida cerca de él lo hizo sentirse relajado permitiéndole dejar a un lado sus preocupaciones, y a pesar de no quererlo Bai Yingzu se quedó dormido.
A la mañana siguiente Bai Yingzu abrió los ojos debido a una extraña sensación refrescante y ventilada a su alrededor, entonces miró a su cuidadora aquella chica joven llamada Xia Yanyu rodeada por varios remolinos de un color blanco brillante, esferas se formaron en sus manos y al levantarlas dieron vueltas sobre su cabeza y se esparcieron como una brisa.
Este extraño fenómeno continuó durante varios minutos, posteriormente pequeños hilos brillantes salieron de la tierra y se conectaron con el cuerpo de la mujer integrándose al remolino y a las esferas sobre sus manos haciéndolas más brillantes y llamativas.
Al ver esto Bai Yingzu tuvo una idea de lo que estaba sucediendo, posiblemente esto era el llamado ‹cultivo›. De pronto pensó que eso podría ser útil, si pudiera hacer lo mismo podría ayudarlo a demostrar que estaba totalmente despierto, cuerdo y consciente de su entorno. Si Bai Yingzu hiciera tan llamativo espectáculo ya no habría nadie que cuestionara su salud, sin dudar más lo ayudarían a rehabilitarse y retomar una vida normal.
Sin dudarlo por más tiempo Bai Yingzu cerró los ojos y se concentró en explorar los recuerdos del Bai Yingzu original para encontrar aquellas técnicas de cultivo que su abuelo le había transmitido. Era un poco difícil ya que esos recuerdos solo se mostraban como pequeños destellos, sensaciones y unas pocas vivencias. No parecían ser parte de él en su totalidad, era más como ser un espectador mirando la televisión.
Profundizando durante varias horas finalmente encontró varias técnicas centradas en diferentes rutas de cultivo. Se encontró la ruta ortodoxa del espíritu, y algunas otras poco ortodoxas como la ruta del cuerpo físico, la ruta del alma, la ruta de las palabras, la ruta de las acciones, entre algunos otros poco conocidos.
En aquel momento cuando recibió los conocimientos su abuelo le había mencionado que era libre de escoger cualquiera que le gustara y se adaptara a sus preferencias. El Bai Yingzu original había escogido una técnica de la ruta del cuerpo físico llamada ‹Camino del dragón y sus nueve cuernos dorados›, esta era una técnica de alto nivel que le brindó efectos increíbles. La técnica por sí misma lo ayudó a desarrollar una fuerza y resistencia extrema muy por encima de los cultivadores ortodoxos del mismo nivel.
El Bai Yingzu original era tan talentoso que cuando estaba por cumplir los 7 años, estaba a un solo paso de atravesar al reino terrenal.
A través de esos recuerdos Bai Yingzu también pudo saber acerca de la estructura y niveles de cultivo dentro del nuevo mundo, a grandes rasgos este se encontraba dividido en nueve ‹caminos místicos›, que a su vez se dividían en cuatro etapas o bases. Temprano, tardío, avanzado y pináculo.
El primer camino místico era conocido como ‹Mortal›, este era el camino de un aspirante a cultivador. Un camino místico en el que los cultivadores principiantes reunían la energía interna de la respiración y las concentraban en las venas físicas donde circulaba la sangre.
Cuando se lograba reunir los primeros rastros de energía de la respiración se podía alcanzar la etapa temprana. Al condensar y estabilizar el 50% de la energía en todo el cuerpo se alcanzaba la etapa tardía. Una vez que el cultivador lograba condensar el 75% de la energía de la respiración se decía que se había logrado la etapa avanzada. Llegar al 100% era igual a la etapa pináculo.
El segundo camino místico es conocido como ‹Combatiente›. Mientras que un cultivador Mortal condensaba la energía de la respiración, un cultivador Combatiente reunía la energía interna de la sangre y la combinaba con la energía interna de la respiración
Solo al condensar el 100% de la energía de la respiración se lograba reforzar el cuerpo de un cultivador para posteriormente soportar la intensa y explosiva energía sanguínea. Una vez que el corazón del cultivador alcanzaba los 120 latidos por segundo podría ser capaz de recoger las primeras hebras de energía sanguínea y mezclarlo con la energía interna de la respiración previamente condensada, tras lograr una mezcla del 25% se lograba la etapa temprana.
Cuando el corazón del cultivador latía a 240 pulsos por segundo la energía sanguínea podía mezclarse con más facilidad hasta alcanzar un 50% llegando finalmente a la etapa tardía.
Cuando el latido del corazón llegaba a los 500 pulsos por segundo, después de un tiempo se podía aumentar la velocidad de la mezcla hasta llegar al límite del 75% alcanzando así la etapa avanzada.
Cuando el corazón llegaba a los más de 900 pulsos por segundo la velocidad de la mezcla se intensificaba a límites extremos hasta llegar al 100%, de esa manera se llegaba a la etapa pináculo.
El tercer camino místico llamado ‹Energía›, es conocido como el verdadero camino de cultivo. Un aspirante a cultivador que llegue hasta aquí, es considerado como un verdadero cultivador por una gran mayoría, siendo capaz de observar la verdadera energía y ejecutar las artes místicas, también se obtiene una fuerza superior además de agudizar sentidos y reflejos.
Con el uso de la poderosa energía de sangre fluyendo a través de las venas físicas se logra atraer los primeros rastros de verdadera energía en el ambiente. Al lograr condensarlo en lo que los cultivadores llamaban ‹dantian› por más mínima que sea la verdadera energía se alcanzaba la etapa temprana abriendo así el flujo de las venas espirituales.
Al condensar la verdadera energía y darle forma en un pequeño núcleo se llegaba a la etapa tardía, demostrando así un control relativamente preciso de esta energía.
Cuando el cultivador lograba acelerar el flujo de las venas espirituales y finalmente llenaba cerca del 50% de toda su capacidad es que finalmente podría considerarse que a logrado entrar a la etapa avanzada.
Una vez que el cultivador alcanzara la capacidad para acelerar aún más el flujo de energía y con ello lograba llenar todas las venas espirituales en su totalidad es que se podía considerar que había ascendido a etapa pináculo.
Cabe destacar que en este camino místico se lograba consolidar los logros futuros del cultivo en un individuo. No importaba si en los primeros dos caminos se tuvo algún error en la consolidación de la base, estos podrían ser corregidos al formar el núcleo de la verdadera energía. Mientras más tiempo se dedicará a darle forma al núcleo se lograría elevar la calidad de este, lo que influiría en los caminos místicos posteriores.
El cuarto camino místico era llamado ‹Terrenal›, esta era la abertura que hay entre el ser mortal de la humanidad y el ser trascendente de un cultivador. Al llegar al límite máximo de acumulación de verdadera energía en las venas espirituales el núcleo de energía se convertía en la llave para elevarse al siguiente camino místico.
El cultivador usa su núcleo de energía previamente formado como un bombardero para tratar de romper su caparazón mortal, con la ayuda de la velocidad de flujo en las venas espirituales se podía enviar más energía en el menor tiempo, lo que haría que los bombardeos fueran constantes y poco a poco se lograría romper el caparazón.
Si la calidad del núcleo era alta el bombardeo al caparazón sería más poderoso, influyendo mucho en el tiempo para romper el caparazón. Mientras más alta la calidad del núcleo resulta más fácil romper.
Cuando finalmente el cultivador logra romper se forman los primeros rastros de un pequeño espacio mental ubicado en su mismo núcleo de energía, en la primera etapa apenas en comparable al espacio vacío que hay en un bolsillo. Teniendo estas características es que se considera que un cultivador se ha convertido en un Terrenal de etapa temprana.
Si se quería pasar a la etapa tardía se requería de la reunión de los pensamientos del cultivador e iniciar un proceso extraordinario de darle forma dentro del pequeño espacio, haciendo esto también se lograría ampliar el espacio y formar lo que serían los primeros rastros del prototipo de un mundo pequeño.
Posteriormente cuando los constructos del pequeño espacio mental lograban solidificar su existencia el cultivador ya había logrado la entrada a la etapa avanzada. La etapa pináculo se alcanzaba una vez que el pequeño espacio mental lograba estabilizarse y reforzarse, es hasta entonces que podría considerarse un verdadero mundo en miniatura.
Lamentablemente Bai Yingzu solo conocía hasta el camino místico del terrenal, su abuelo ya no le dio más información de los demás caninos porque quería que fuera a un ritmo sin presiones. Bai Yingzu agradecía su consideración, pero ahora simplemente lo había dejado ignorante de una importante información en este mundo.
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