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100% Bullying Me / Chapter 12: 12. Sé lo que es

章節 12: 12. Sé lo que es

POV NICOLE

En el momento que Samantha abrió la puerta se podía ver que estaba algo mejor, lo que me alegra un montón, porque al menos Jessica podría estar más tranquila y yo también lo podría estar.

Después de que Sam se marchase al interior de la casa, Jessica se gira en mi dirección y se queda mirando para mí con una pequeña sonrisa en el rostro.

- ¿Crees que le caeré bien?

-Claro que sí. Sam no es de las personas que hablan demasiado… al menos desde que…

-Eh, eh. No te preocupes más por eso. Vamos a hacer lo que sea necesario para que no vuelva a pasar…

-Pero ¿Qué pasa si no la podemos ayudar?

-Vamos a poder hacerlo, todos salimos de esto y ella no será menos.

- ¿De qué hablas?

-Te lo contaré en otro momento ¿te parece?

-Está bien, pero pasa. Ah, y advertirte que también estará mi madre.

-Vaya, no me esperaba conocer a toda tu familia hoy.

-No te preocupes por ellos, les caerás genial.

-Eso espero, y si no, me da igual, yo lo único que quiero es estar contigo.

La sonrisa de Jessica apareció de nuevo y le di un pequeño beso en los labios. Me cogió de la mano y entramos a la casa. Ella me dirigió al salón donde había mas gente y donde se podía ver a Sam riéndose con otros chicos, lo que era genial teniendo en cuenta su estado hace un par de semanas.

-Chicos, ellas es Nicky, mi pareja.

En eso, una mujer mayor se levantó del sofá y rápidamente llegó a mi lado, acabando por abrazarme, cosa que la verdad no esperaba, pero que se lo devuelvo igualmente.

-Gracias por sacar a ese hombre de la vida de mi hija y nieta.

-No es nada señora.

La señora se apartó de mí asintiendo levemente con la cabeza y luego se presentó como Sandra y Jessica me dijo que era su madre, lo que debo decir que era un shock para mi que su madre me recibiese tan tranquila, teniendo en cuenta que muchas de los familiares de mis ex parejas no me recibían ni la mitad de bien que ellos.

Durante una hora, estuvimos hablando en el salón y conociéndonos un poco mientras Selena, (la cual descubrí que era la mejor amiga y ex de Jessica) empezó a hacer la comida con la ayuda de Jessica y Sandra.

Más tarde, cuando todos nos sentamos en la mesa y estábamos hablando, me pude fijar en que Sam no había comido demasiado por no decir nada, y moviéndola de un lado para otro. En este momento estaba entendiéndola más que a nadie, y recuerdo lo complicado era recuperar todo el apetito que se debería tener, pero sé que con su ayuda y la que le pueda dar yo, todo mejorará para ella.

Después de un rato, se levantó y dijo que iba a ir a dar una vuelta. Una vez ella desapareció por la puerta, Jessica se iba a levantar para seguirla, pero la pare y le dije si le molestaría que fuese yo, a lo que negó, por lo que aquí estaba, siguiendo a Samantha desde la distancia y esperando a que parase en algún momento, porque estoy segura que en este momento tiene esas voces incómodas en su mente y que no dejan a uno en paz.

Diez minutos más tarde, entró en un parque en el que no había nadie y se sentó debajo de un árbol. Esperé un par de minutos y luego entré yo también, caminé la poca distancia que hay al árbol y me senté a su lado.

-Espero que no te moleste la compañía.

- ¿Qué haces aquí?

-Quería ver como estabas. Iba a venir tu madre, pero mejor que esté en casa un rato y se relaje ¿no crees?

-Es lo mejor.

- ¿Quieres hablar de lo que te está molestando?

- ¿Qué se supone que me está molestando?

-Las voces…

- ¿Qué? ¿Cómo…?

En ese momento, levanto las mangas de mi chaqueta y dejo a la vista las cicatrices que tengo de los cortes que me hacía cuando tenía la edad de Sam. Esta se queda mirando un par de segundos para ellas y luego pasa a mirarme a los ojos.

- ¿Qué es lo que te ha pasado?

-Cuando tenía tu edad, en mi instituto todo el mundo se metía conmigo porque mis padres eran gays y no sé qué más cosas. Un día, decidí coger una cuchilla y pasármela por el brazo para ver si así podía aliviarme el dolor que tenía por dentro… y por un momento ayudaba…

-Hasta que más tarde venía la culpa y más dolor de lo que sentías por dentro…

-Exacto, pero eso no impedía que lo siguiese haciendo… Luego empezaron las voces diciéndome miles de cosas… cada vez comía menos… Cuando mis padres se dieron cuenta, hicieron todo lo que estaba en su mano para ayudarme, pero yo no quería dejar que me ayudasen… quería que las voces me dejasen en paz, por lo que me encerré en mi habitación y cogí la cuchilla con intención de terminar con todo…

- ¿Lo hiciste?

-Lo hice, pero mi padre tiró la puerta abajo y mi otro padre en cuanto vió lo que estaba pasando, me hizo un torniquete para evitar que me desangrase. Ellos mismos me llevaron al hospital…la ambulancia tardaría mucho y mi padre decía que no disponían de ese tiempo…

- ¿Y qué pasó luego?

-Me pase semanas ingresada… estaba demasiado delgada… y me faltaban vitaminas que necesitaba… creo que también tenía el hierro bajo…

- ¿Cómo lo superaste?

-Mis padres estuvieron en todo el proceso de mi curación… al principio comer era demasiado complicado y no era capaz de comer un par de bocados… como te pasa a ti ahora…

- ¿Cuándo se va?

-Eso depende de la persona… se puede tardar más o menos… lo que importa es que cada vez irás comiendo un poquito más… y cuando llegué el día en que seas capaz de comerte todo un plato solo sentirás felicidad por haberlo conseguido…

- ¿Crees que llegaré allí?

-Lo creo, pero si no lo crees, cuentas con una familia y unos amigos que te apoyarán, hagas lo que hagas, y yo podré ayudarte en lo que sea necesario.

-No quiero hacerles más daños de lo que ya he hecho.

-Lo sé, pero eso no conseguirá que no estén contigo en todo el proceso de tu curación. ¿Tu tienes ganas de estar bien?

-Si.

-Pues ya tienes la motivación suficiente como para superarlo, y digan lo que digan las voces de tu mente… no les hagas caso…

- ¿Se irán en algún momento?

-Lo harán, pero en los momentos más débiles querrán aparecer y tú tendrás que luchar en contra de ellas. No será tan complicado una vez seas capaz de callarlas…

-Espero poder llegar ahí pronto.

-No será tan pronto, pero lo lograrás, eso te lo aseguro. Ahora si no te molesta la pregunta ¿cómo empezó todo esto?

- ¿Todo el que?

-Lo del bullying.

- ¿No se lo dirás a mi madre?

-Te prometo que no le pienso decir nada de lo que me digas a tu madre.

-Cuando tenía once años creo, tenía un novio. Se llamaba Pedro… y durante las primeras semanas todo iba genial… yo lo quería y el decía que me quería… estando con él conseguí popularidad, nunca me importó la verdad, yo solo quería estar con él… cuando llevábamos un mes juntos, Pedro se quería acostar conmigo, pero yo no me sentía preparada, por lo que intentó hacerlo igualmente….

- ¿Llegó a hacerte algo?

-No, le di un rodillazo y me escapé corriendo.

- ¿Tú madre no sabe nada de eso?

-Mamá por aquel entonces seguía con el donador de esperma y cuando pensaban que estaba dormida, escuchaba como discutían... a veces hasta se escuchaban cosas romperse… tenía miedo de lo que le podía estar pasando a mi madre, pero también tenía miedo de salir… por lo que siempre me quedaba en la habitación…

-Era normal, eras una niña pequeña…

-Pero podría haberla ayudado… Una noche… ese tipo entró a mi habitación y… y empezó a tocarme… no me gustaba y no se sentía bien… quería decírselo a mi madre…. Pero… pero me amenazó con que si se lo contaba haría daño a mamá o que la acabaría matando, por lo que no le dije nada.

- ¿Alguna vez llegó a…?

-Si, pero un día mamá entró a mi habitación y lo vio… le dio con algo en la cabeza y nos sacó de allí llevándonos a casa de la abuela… luego nos mudamos…

- ¿Cómo siguió lo del bullying?

-No lo sé… cuando mamá me cambió de instituto no quería andar con nadie… por aquel entonces ya habían empezado las voces y los cortes… no quería que nadie los viera… por… por lo que no me acerqué a nadie… supongo que como era la chica solitaria… la rara… el objetivo más fácil…

- ¿Qué es lo que cambió la última vez? Cuando te expulsaron…

-Mamá hacía poco que había ido para casa… y André había descubierto lo de mis cortes lo que hacía que no me dejase sola ni un solo minuto del día en el colegio… Ese día Jackson había decidido decir cosas que no eran verdad de mamá ¿lo que me diga a mí? Me da igual porque no le hace daño a nadie más, peor no iba a dejar que dijese que mamá era una puta, que ella iba pidiendo lo que el donador de semen le había hecho… me enfadé… solo eso…

-No querías que hicieran más daño a tu madre…

-Mamá ya sufre por mi lo suficiente… tiene dos trabajos para mantenernos a las dos y a pesar de que le dije que yo podría trabajar de camarera por las tardes, ella se negó.

-Sería una distracción de tus estudios.

-Puede, pero también sería una distracción para todo lo demás.

- ¿Lo quieres hacer ahora también?

-Quiero que las voces dejen de andar por mi cabeza… creo que eso me ayudaría al menos no tenerlas tanto tiempo en mi cabeza.

-Tal vez pueda ayudarte con eso… Mi padre tiene una cafetería y a pesar de que tiene la gente suficiente para tener a alguien que lo ayudase, se niega. Si quieres puedo hablar con él para que te dé una oportunidad.

- ¿Crees que me la daría?

-Estoy segura que si, además de que es cerca de la casa de Selena o de la mía.

-Estaría genial la verdad.

-Entonces no se hable más, si quieres vamos allí en este mismo momento.

- ¿Qué hay de ir a casa?

-Lo haremos después de que te consigamos ese trabajo.

Me levanté del suelo, sacudí el pantalón y estiré la mano para ayudar a Samantha a levantarse del suelo. Después de que ella sacudiese su pantalón, salimos del parque y empezamos a caminar hacia la cafetería de mi padre la cual quedaba a unos diez minutos desde el parque en el que estábamos.

El camino a la cafetería había sido silencioso, pero podía notar algo más relajada a Samantha, por lo que era genial. Cuando entramos en la cafetería nos pusimos a la cola, (que solo eran dos personas delante nuestra) y esperamos a que llegase nuestro turno. Después de unos cinco minutos, es nuestro turno y mi padre estaba echándole café a una de las máquinas, por lo que me apoyo en la barra y espero a que se dé la vuelta.

-Hola señoritas que es lo que… ¡Nicky! No esperaba verte por aquí hoy.

-Hola papá, estaba en el parque con Sam y decidí pasarme por la mejor cafetería del barrio.

-Eso es genial. Hola Sam, me llamo Sergio.

-Hola.

Sam no se había movido hacia adelante, supongo que, porque le daba algo de vergüenza, y lo entiendo, yo tampoco era de las personas que le gustaba hablar con gente desconocida, y menos después de salir del hospital.

-Bueno hija, ¿Qué tal el trabajo? ¿Atrapaste a muchos malos esta semana?

-Atrapé los suficientes.

- ¿Qué eran esta vez? ¿Asesinos? ¿Narcos?

-No todo son libros papá, y te puedo asegurar que no todos los casos son tan interesantes como los de tus libros.

-Oh vamos Nicky, cuéntale a tu viejo cual fue tu caso de la semana.

-Atrapamos a un narco y su socio. El socio era director de instituto.

- ¿Y después dices que no son interesantes? Eso suena más que interesante.

-Te lo contaré otro día, mejor dime que tal os va a los dos.

-Nos va genial, solo que te echamos de menos.

-Apareceré este finde por la casa, no te preocupes.

-Yo voy al baño.

- ¿Necesitas algo?

-No, estoy bien.

-Genial.

Con eso, Samantha empezó a caminar en la dirección al baño y me quedé mirando para ella un par de segundos para asegurarme de que todo estaba bien, lo cual parecía estar, pero en caso de que tardase demasiado en salirse del baño, iría a por ella.

-Te quiero pedir un favor, papá.

- ¿Acaso no lo ibas a hacer?

-Papá, esto es serio.

-Está bien, está bien, es serio. ¿Qué es lo que pasa, hija?

- ¿Podrías contratar a Sam como camarera?

-Nicky, sabes que…

-Lo sé, pero eso la ayudaría un montón.

- ¿En qué?

-A distraerse. No tengo tiempo para contarte la historia entera, pero ella es la hija de mi novia y está pasando por lo mismo que pasé yo cuando era joven ¿recueras?

-Creo que nunca lo olvidaré, pero ¿Cómo se supone que tener este trabajo la va a ayudar?

-Necesita distraerse de las voces, y con el trabajo estoy segura que la va a ayudar un montón… puedo pagarle de mi propio bolsillo si quieres…

-Ya me habías convencido casi desde el principio, y no, no va a ser necesario que pagues de tu propio bolsillo. Ayudaré a esa chica.

-Gracias papá, te quiero un montón.

-Y yo a ti Nicky. Ahora cuéntame, ¿Qué es lo que tiene la chica? Un resumen.

-Se corta como lo hacía yo y tiene anorexia… no al nivel que la tenía yo, pero la tiene… y acaba de salir del hospital por uno de los cortes…

- ¿Crees que intentó…?

-No lo creo, ese día eran muchas cosas en su cabeza… pero no creo que quisiese.

- ¿Me contarás toda la historia?

-Lo haré, pero en otro momento.

Es justo en ese momento que Sam sale del baño sacudiendo las manos para secarlas y vuelve a donde estaba antes.

- ¿Quieres algo para tomar, Sam? Yo invito.

-No gracias.

- ¿Ni un café de avellana que tanto te gusta?

- ¿Hace de esos cafés?

-Los mejores de la ciudad.

-Está bien, pero puedo pagarlo yo.

-No será necesario querida, invita la casa, ¿tu quieres el de siempre, Nicky?

-Claro que sí.

-Tienes el gusto de tu padre, no te decides a probar nada nuevo.

-De alguien lo tendría que sacar.

Mi padre se giró para empezar a hacer nuestros cafés y Sam se apoyó en la barra a mi lado. Parecía algo más tranquila que cuando entramos en la cafetería, y menos mal que en este momento no había nadie, porque no creo que eso le ayudase demasiado a los nervios.

-Bueno Sam, Nicky dijo que estabas buscando un trabajo.

-Así es.

- ¿Qué te parecería trabajar aquí?

-Creo que sería genial.

-Genial, tu solo me dices cuando quieres empezar.

-No lo sé.

- ¿Quieres empezar ya?

-Papá, dale un par de días.

-No, está bien.

-Vale, pues mañana, ahora tenemos que volver a casa, no queremos que le de algo a tu madre.

-Está bien, ¿Qué te parece mañana?

-Mañana estaría genial.

- ¿Tienes que ir a clase?

-No.

-Vale, entonces que te pareces si vienes mañana a la mañana y te enseño como preparar los cafés.

- ¿Tendré que servirlos?

-No, de momento nos centraremos en que como hacer los distintos cafés y te puedo enseñar como hacer algunos de los pasteles que hago aquí.

-Eso estaría genial, gracias señor.

-No hay de qué, pero puedes llamarme Sergio.

-Está bien.

-Bueno, tomad vuestros cafés. Volved a casa y espero que pronto nos presentes a tu novia a mi y a tu padre, Nicky.

-Lo haré pronto, no te preocupes. Te quiero papá, hasta este finde. Dile a papá que lo quiero.

-Yo también te quiero Nicky, nos vemos, y se lo diré, no te preocupes.

-Hasta mañana Sergio.

-Hasta mañana Sam.

Con eso salimos de la cafetería tomando nuestro café y empezamos a caminar a la casa de Selena la cual no estaba a más de un cuarto de hora de distancia. Al menos estaba contenta de que Sam estuviese tomando algo, sé que no era como que estuviese comiendo algo, pero estaba metiendo algo de energía a su cuerpo y eso era lo que contaba en este momento, solo espero poder ayudarla en todo lo que pueda, claro está que haré todo lo que sea necesario para conseguirlo.


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