—Déjalo ir —dijo ella, ignorando a Nick y dedicando toda su atención a los dos lobos que lo estaban sujetando.
Lhars siseó algo detrás de ella, pero ella no apartó la mirada de los dos machos hasta que ambos bajaron la barbilla y soltaron los brazos de Nick.
Él dio un paso adelante, acercándose a Sasha, pero se detuvo abruptamente y levantó las manos cuando Yhet se presionó detrás de ella, gruñendo un gruñido bajo y tembloroso que hizo que los pelos del cuello de Sasha se erizaran.
—No voy a... no voy a tocarla. Estoy simplemente sorprendido —dijo Nick, con la mirada yendo y viniendo entre Sasha y Yhet y Lhars detrás de ella.
—Me cuesta creerlo. Sabías que yo estaba aquí con él —dijo Sasha fríamente.
Nick asintió. —No sabía que estarías aquí, aquí —dijo enfáticamente, gesticulando hacia la Quimera a su alrededor—. Pensé que te esconderían.