Link se sorprendió al ver a un no muerto romper su hechizo ofensivo. Una ola de duda apareció en su actitud generalmente tranquila. El lanzamiento de conjuros requería mucha concentración. Construir la compleja formación de magia, la energía elemental convergente y bloquear un objetivo eran pasos que debían ejecutarse a la perfección.
Link ya estaba en su límite disparando un hechizo de Orbe de cristal cada 0.5 segundos. Poder disparar sus ataques de forma ordenada bajo tales circunstancias era extremadamente difícil e impensable incluso para la mayoría de los magos. Mantener la calma era clave para lograr el éxito en tales situaciones.