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章節 6: Capitulo 6: Ciudad comercial Kiosawa.

Capítulo 6: Ciudad comercial Kiosawa.

¨Bitácora uno, fecha: 19 de abril de la era Taisho.¨

「Han pasado dos semanas desde que fuimos hospedamos en la residencia Yamashita junto a Jubaku, y es placentero decir que mis heridas han sanado casi por completo.

En el tiempo pasado aquí, a diferencia de Jubaku que a seguido con su tratamiento diario para recuperar la movilidad, me he mantenido ocupado velando por nuestra seguridad. Cada noche era una posible traición por parte de los que nos hospedan, y no estaba dispuesto a morir a manos de un aciano junto a su nieta después de sobrevivir a una caída de más de mil metros, por lo que adopte la costumbre de tomar la primera guardia.

El sistema me advirtió de las consecuencias que traería a mi cuerpo no dormir por lo menos siete horas diarias, pero frente a una situación tan delicada como esta me es factible afirmar que puedo hacer una excepción por unos días.

Para mantenerme despierto he ideado un plan simple de distracción constante cada noche, gracias al sistema podía revivir algunos momentos de mi pasado conforme a los recuerdos que tenga en este mundo, por lo que usando esta especie de cine privado gravado en el fondo de mi alma he logrado mantenerme despierto hasta que salía el sol, pero lamentablemente me a sido imposible acceder a lo vivido en mi vida anterior por la falta del sistema en ese entonces, había tantas cosas que quería volver a ver...Talvez podría ver toda la saga de Dragon Ball desde mi cabeza.

La sola idea de poder recordar sucesos tan importantes como ese me traía algo de nostalgia de aquellos tiempos, lo cual a la vez formaba varias incógnitas.¿Qué abra pasado con mi cuerpo después de morir? ¿Lograron atrapar al asesino? Muchas cosas me eran imposibles de responder ahora, y el solo pensar en todos los que perdí durante la marcha traía un raro sentimiento de incomodidad...」

Permanecí callado por unos instantes antes de retomar mi narrativa sin antes solar un pesado suspiro guardado por muchos años.

「 Hace unos días me encontré con mi escopeta tras a haberla perdido, pero para mi mala suerte casi fui asesinado en plena búsqueda...supongo que a las chicas no les gusta que invadan su privacidad sin su permiso...Esto sucedió 2 días después de cumplirse una semana en este lugar, me encontraba ayudando al viejo a traer leña a la casa y a colocarla sobre el almacén que tenían construido al lado de la casa, fue ahí cuando me encontré con algo muy curioso sobre la mesa」

¨¿Qué es esto..?¨

Era una especie de cilindro sumamente pequeño con rastros de pólvora quemada dentro, y no solo era uno, si no que al adentrarme al final del almacén me encontré con múltiples cilindros del mismo tamaño guardados en una caja.

Tal suceso me hizo preguntarme de nuevo por el paradero de mi escopeta tras haber caído inconsciente, y al ver estas cosas frente a mi era indicio suficiente para pensar que alguien estaba tratando de copiar el mecanismo de mi arma.

Al principio creí que lo había perdido en la nieve, o que el viejo y Naomi no llegaron a recogerlo y se encontraba perdida en alguna parte del bosque, pero tras ver esto la idea de que se encontraba dentro de la casa tomo mucha fuerza, por lo que, tras terminar de ayudar al viejo y haber comido todos juntos en la mesa inicie la búsqueda secreta de mi propiedad por toda la casa.

Después de abrir varias habitaciones, me encontré con algunos lugares extraños, en un ejemplo de ellas, llegué a encontrarme con un pequeño almacén en donde habían en su mayoría múltiples brotes de plantas medicinales, y al consultarlo con el viejo entendí: Las plantas eran para la exclusiva fabricación de medicamentes, que posteriormente vendía en el pueblo del cual nos había comentado, una forma muy noble de ganarse la vida, pero porsiacaso me mantendré alejado de ese lugar.

Siendo franco, no me gustaria hacer algo que dañe su medio de ingresos, sobre todo, porque conozco lo dificil que es ganarse la vida.

Después de eso proseguí con mi búsqueda, hasta que llegue a la ultima habitación de la casa. A plena vista no era muy diferente a las demás, pero al tocar la manejillo de la puerta el sentimiento de creer que el material del cual estaba fabricado era por creces mas fuerte que el de toda la casa hizo volar mi curiosidad.

¨¿Qué podrían guardar una niña y un viejo con tal seguridad? ¨

Abrí la puerta con cuidado de no generar el suficiente ruido como para ser descubierto, y con lo que me encontré no era algo que esperaba ver: Frente a mí, se encontraba una habitación común y corriente, era lo único que veía.

「Al principio no lo pensé mucho y simplemente entre...ahora que lo pienso con más claridad si que fui muy tonto al no notarlo en su momento.」

¨Este lugar no parece ser tan especial como pensé ¿Crees que haya algún tesoro escondido bajo la cama..?¨

[No estoy seguro señor, pero le recomiendo ser discreto en su búsqueda, ya hemos recibido varias miradas molestas por la nieta del señor Yusuke cada vez que entrabamos a una habitación ¿Por qué no le pregunto al señor si tenían el arma en su poder?]

Tienes algo de razón, pero el hecho de que nos están escondiendo algo es clara prueba de que debemos desconfiar de ellos, lo más probable es que lo negarían.

¨Pero este lugar está demasiado fortificado como para ser un lugar normal...¿No lo crees..?¨

Algunas pisadas provenientes del exterior me sacaron de mis pensamientos al sentir como se dirigían a mi posición: No podía salir sin ser descubierto y correr peligro, por lo cual opte por ocultarme bajo la cama.

Las pisadas se detuvieron frente a la habitación, y una mano fue la responsable de abrir lentamente la puerta, encontrándose frente a mí con la peor persona que podría desear, la antipática nieta del viejo había entrado al lugar como si de su reino se tratase para posteriormente cerrar la puerta con suma delicadeza, poniendo para mi desgracia el cerrojo tras de ella.

Debes estar bromeando...Se suponía que esto no debia pasar..

Aprete los puños en ira, sin perder de vista a la muchacha.

Mi situación actual ameritaba un rápido plan de escape sin ser descubierto por la mocosa si es que quería salir vivo, por lo cual abandonando la idea de buscar mi escopeta, salí lento pero seguro de mi escondite tras ver como la niña entraba a lo que parecía ser su baño personal.

Estando frente a la puerta estaba listo para escapar, pero cuando parecía ser seguro salir mi mirada traiciono mi juicio tras percatarme con el rabillo del ojo la presencia de la misma caja que había visto en el almacén sobre el escritorio del cuarto.

Dude por unos segundos en lo que debía hacer a continuación, podría llevarme la caja y ganarme las sospechas del anciano como de la niña, o bien verificar el contenido de la misma ahora y salir sin ser visto.

Lo correcto seria irme lo antes posible...sin embargo, un arma como esa, en esta época, es en verdad algo sumamente peligroso...pero al mismo tiempo, husmear en las cosas de una niña de esta manera no es correcto...qué debo hacer..

No lo pense mucho más, y traicionando mi propia moral abrí con cuidado la caja encontrándome para mi sorpresa con lo que sospechaba encontrar.

¨Qué hace esto aquí..¨

Era mi escopeta lo que se encontraba guardado, y junto a ella las pocas balas que llegué a comprar en la desesperación del momento que viví.

「Para mi mala suerte la sorpresa me duro poco, pues pasados unos cuantos segundo la puerta del baño fue abierta y me encontré con la niña vistiendo un atuendo poco usual al que solía ver diariamente」

Suspire con pereza, mientras me rascaba la nuca.

「Talvez tenga un cuerpo equiparable al de cualquier adulto humano en este mundo, pero el dolor es uno de los defectos que sigo teniendo. Lo único que recuerdo es haber sido recibido con un caluroso golpe en el estómago, acompañado de una patada voladora que colisiono con mi cara, dejándome fuera de combate en pocos segundos. De no ser por el ruido que ocasiono tal suceso, el viejo no hubiera llegado a salvarme de la golpiza que estaba recibiendo.

Tras explicar todo lo sucedido al viejo, termine quedándome con la escopeta, pero con la regla de no usarla de ser posible, y con la fría advertencia de la niña a nunca mas entrar a su cuarto sin su permiso, fue así como finalizo mi busqueda del tesoro.

Hasta ahora no he logrado hacer ningún progreso en mi fuerza por la falta de dinero, solo cuento con 400 monedas del sistema como ahorros de toda mi vida y para mi mala suerte no es suficiente ni para comprar algún tipo de habilidad útil en el combate.

Mientras indagaba en la tienda me percate que la mayoría de habilidades cuerpo a cuerpo tienen un costo de 2000 monedas para arriba, y aun cuando abrí todos mis regalos no llegue a obtener nada útil. Por el momento eso es todo, nos veremos en el futuro.」

¨Apagar transmisión.¨

[La transmisión a finalizado.]

Al decir esas palabras, la pantalla frente a mí desaparecio, una notificación llego a mi mente, la grabación se había guardado con exito.

¨Gracias por hablarme de esta grabadora que tienes, de alguna manera me es más fácil desahogarme de esta manera que simplemente quejarme en mis pensamientos..¨

Fue lo que pense cuando le notifique de esta cualidad que poseo, al igual que usted, muchos de los antiguos portadores dejaron registrados cada uno de sus días dentro de mí. Si logra llegar a los 20 años de edad, toda la experiencia vivida por ellos, sera dada a usted.

¨Si es que llego eh...te lo agradezco mucho...sin embargo, ¿Por qué tengo que esperar llegar a una edad en especifico para acceder a aquellos recuerdos?¨

[Por nada en especial, en realidad el responsable de ello fue uno de los primeros anfitriones que tuve, su idea pareció buscar ayudar exclusivamente a los capaces de sobrevivir una sexta parte de su vida.]

Mi mirada quedo en blanco al escuchar lo ultimo mencionado por el sistema, al percatarme que las cuentas no me daban.

¨A ver...veinte por seis...!120 años¡¨

Porsupuesto, era claro que ese tiempo era minimamente el doble del promedio de vida de un ser humano.

[No tiene porqué alterarse, la verdad es que el que creo esta función no fue humano.]

Baje la cabeza en contenplación de la revelación que me habían proporcionado, cosa que me hizo sonreír de forma disimulada.

¨Con que era verdad...él no mentia al decir que más razas estaban bajo su vijilancia..¨

[Y no hace falta mencionar que llegado a la edad de 20 años, tendra acceso no solo a esa función, pues a esas alturas, tendra la capacidad crear herramientas de similar complejidad.]

¨Ya veo...siendo franco me hace sentir mal el hecho de no poder sacar el maximo provecho ahora, pero creo que podre esperar.¨

Con una pequeña sonrisa fue que me termine despidiendo del lugar, y volví al mundo real tras haber hecho guardia toda la noche.

Al soltar un pequeño bostezo por el sueño que tenía, me percate de como la luz solar entraba por la ventana, una noche más había pasado, cumpliendose dos semanas desde nuestra llegada.

¨Sera mejor dormir de una buena vez, debo hacer muchas cosas cuando despierte...¨

Tras decir eso caí tendido sobre la cama, quedándome dormido casi al instante por el cansancio acumulado.

El tiempo paso, y el sol se encontraba en su punto máximo dada la hora de la mañana, su resplandor llegaba a cubrir todas las habitaciones la residencia Yamashita por completo, llegando a asimilar el resplandor de la lampara mas potente en el mundo, sin embargo, en la habitación de invitados se encontraba un joven de 12 años durmiendo plácidamente sin ninguna preocupación aparente por lo que le podría deparar el mundo al despertar de su sueño.

Algunos pasos se escuchaban fuera de la habitación, interrumpiendo de forma desinteresada el cálido silencio que se había manifestado hace unos instantes, tal ruido se acercaba con suma delicadeza cada segundo que pasaba, haciéndose mas evidente que alguien se estaba acercando.

El ruido siguió hasta que la persona se detuvo frente a la puerta de la habitación de invitados, abriendola de un simple movimiento.

Una hermosa joven de tes blanca había entrado con tranquilidad a la habitación, llevando entre manos un gran balde repleto de agua fría con algunos cubos de hielo aun sin derretir producto del frio invierno que azotaba el bosque, sin embargo lejos de lograrse comprender sus intenciones con el balde de agua, lo más resaltante de la joven era su vestimenta tan peculiar.

Era un atuendo color crema el que llevaba, decorada con finas capaz de violeta que lograban resaltar de buena manera sus grandes ojos café junto a su larga melena del mismo tono de marrón terminando en un hermoso color caramelo en las puntas, aquella hermosa cabellera se encontraba amarrado en una fina trenza que dejaba ver de mejor manera su rostro, logrando resaltar su hermosura.

Buscando con la mirada diviso a un joven dormir tranquilamente sobre la cama, el mismo cubierto por las sábanas en el inteto de protegerse del frío.

La mujer había mantenido una mirada de enojo mientras inconsciente de sus actos apretaba su agarre, provocando que algunas gotas de agua cayeran al suelo al temblar el balde.

Sin importarle en lo más mínimo lo sucedido con el suelo, se aproximó a la cama en donde se encontraba el huésped de su abuelo, y sin dudar ni parpadear antes de cualquier cosa tiro de manera brusca cada gota de agua, asegurándose que más de un cubo de hielo le cayera sobre la cabeza del muchacho.

Sin pasar un segundo tras su acto, la victima de su actuar se levanto de forma desesperada, aún con los ojos caídos, producto del sueño que le sobrecaía, miro por todos lados, encontrandose con la responsable de perturbar su sueño.

¨!Qué demonios te sucede niña malcriada¡¨

Al mirar el rosto de la joven, la misma mantenía una expresión fría, casi desinteresada, cosa que acompañaba con ambos brazos cruzados.

¨Si que eres perezoso, tu amigo se levanto hace horas para ayudar a mi abuelo a preparar el desayuno, y tu solo te la pasas durmiendo todo el día.¨

Perspectiva de Kamado Alex.

En cuando vi salir el sol, recurrí al comodo calor que me proporcionaban las sabanas, y me quede dormido al instante en que cerre los ojos. Ahora, me encuentro completamente empapado por agua fría, y rodeado de cubos de hielo. Y la peor parte, lo primero que ven mis ojos, es a la nieta del viejo.

Su mirada representa el sinonimo de odio...¿Qué demonios le sucede...?

¨!Qué demonios te sucede niña malcriada¡¨

Tras gruñir, y demostrar lo egocentrica que es, se digno a responder.

¨Si que eres perezoso, tu amigo se levanto hace horas para ayudar a mi abuelo a preparar el desayuno, y tu solo te la pasas durmiendo todo el día.¨

¿Perezoso...? ¿Yo...?

Mis dientes crujieron, y mis puños fueron apretados, al ser incapaz de responder.

Cuando estuve por hablar, las rapidas palabras de la menor terminaron callandome.

¨Escuchame bien, todos en la casa se esmeran por ayudar por lo menos en lo más minimo, no es posible que te estes desvelando cada noche, y levantando tan de tarde.¨

En un rapido movimiento, su dedo se encontraba en mi frente, mientras empezaba a golpearme con el mismo, a la par que me regañaba.

¨¿Lo estas entendiendo Kamado Alex?¨

Su voz era en verdad molesta, el solo escuchar su manera de hablar, me recordaba a mi madre.

Chasquie la lengua, para acto seguido mirarla a los ojos.

¨Lo entiendo...lo lamento.¨

Tras pasar cinco minutos más repletos de regaños, la niña termino llendose, sin antes encomendarme la tarea de limpiar el cuarto por mi cuenta.

¿Así es como iniciara este día...?

Después de haber despertado a la forma antigua, me senté sobre la cama húmeda mientras intentaba recobrar algo de calor corporal tras tal abuso de mis derechos humanos.Al terminar de cambiarme de ropa y limpiar el cuarto, habían pasado casi treinta minutos, fue ahi cuando salí de la habitación con pasos que reflejaban pereza por donde lo vieras, hasta llegar a la cocina en donde se encontraban descansado tranquilamente mis dos personas favoritas y... la sorprendente mirada de felicidad de Naomi fue lo que me distrajo por unos instantes al estar charlando tan alegre con el viejo y Jubaku como si de viejos amigos se trataran.

¿Esa cosa puede sonreir...?

Todo parecio estar bien, hasta que su mirada se topo con la mia, eso proboco que el ambiente cambiara casi al instante en el que di acto de presencia en en comedor.

¨Buenos días a todos.¨

Todos parecían muy felices de verme, aunque con una mirada burlona me miraban con pena tras a ver escuchado lo sucedido en la habitación, todo esto mientras Naomi mantenía su peculiar rostro de enojo al verme.

Esto debe ser una broma...

La atmosfera se tornó algo tensa ante lo sospechoso que eran esas miradas que reflejaban algo de culpa y burla provocando más dudas que respuestas.

¨¿Qué se traen entre manos..?¨

Mi pregunta pareció detonar el chupo, y tras un par de explicaciones entendí que, como había estado demasiado tiempo en la cama, formularon un plan para despertarme de la manera más pacifica posible, sin pensar que después de tanta charla y de broma en broma optaron por la opción más macabra posible.

¨Te pido perdón por lo de hace un momento, pero siendo sincero me fue imposible negar la idea.¨

No importo lo mucho que intentaron disimularlo, todos fueron complices.

¨Ah....esta bien no tienes por qué preocuparse señor Yamashita, supongo que me lo merecía por holgazán.¨

Aún cuando por fuera mostraba una actitud comprensiba, por dentro me era imposible entender la forma de pensar de estas personas.

¡La que debería rogar mi perdón es esa maldita mocosa!

Me gustara o no el pedir arrepentimiento por parte de su nieta me seria imposible teniendo en cuenta lo mal que le caía, siendo la razón del por qué soy el único con el que se comporta de una manera tan agresiva un completo enigma.

Esto es el colmo...en verdad, nunca fui realmente popular con las chicas en mi escuela o preparatoria, pero esto es el colmo. Después de haber vivido tantas desgracias uno aprende a distanciarse de la sociedad culpando al mundo de lo que te paso. El hecho de ver como otros eran tan felices frente a tus narices me hacia creer que mi existencia era un chiste mal contado del cual todos ignoraban y pisoteaban.

.¨Ah...¨

Viéndolo desde otra perspectiva me doy cuenta lo estúpido que fui en ese entonces...las amistades que pude haber tenido nunca las deje florecer y termine quedándome solo por muchos años. Creí haber aprendido algo de las relaciones con Rodrigo, pero siendo realista el estaba tan perdido como yo.

De alguna manera él había logrado encontrar refugio a sus problemas en sus mangas y animes, cosa que llegue a imitar tras su muerte...ni siquiera me digne a conocer a más personas, o salir de mi ciudad natal, qué poco aproveche me vida.

Mientras ellos seguían charlando de manera trivial de lo planes para ese día, me pare de la mesa en donde estaba comiendo y me incline respetuosamente ante el viejo.

Pero no pienso cometer los mismos errores que en mi vida anterior...

¨Señor Yamashita, con su permiso, me gustaria hacerle una petición.¨

Todos terminaron callandose al escucharme hablar, sus miradas se habían posado en mí, a lo cual me puse un poco nervioso.

¨¿Qué es lo que deseas de mí joven Kamado?¨

Trague saliva, mientras apretaba aún más mis puños.

¨Hace tiempo, me comento de una ciudad la cual frecuenta visitar, si no le es mucha molestia, me gustaria acompañarlo.¨

No paso ni dos segundos, cuando mi petición fue respondida por alguien más.

¨¡Oye que demonios te sucede, acaso no ves que tus heridas aún no han sanado por completo, solo serias un estorbo para mi abuelo!¨

La niña había dado un fuerte golpe a la mesa al escuchar mi propuesta talvez algo atrevida, pero no merecedora de tal actitud.

¨Está bien si quiere venir conmigo, me vendría bien algo de protección en el camino por los animales salvajes que puedan aparecer.¨

Las miradas de todos se fijaron en el anciano, todos con una expresión de sorpresa, incluida la mía.

¨¿En...serio?¨

Jubaku parecio el más sorprendido, incluso termino volviendo su mirada a mí.

¨¿Estas seguro de esto? No falta mucho para que me recupere y partamos, no crees que te estas precipitando.¨

Rapidamente Negue con la cabeza.

¨Para nada, esta es una oportunidas unica para mí. Como tal, soy solo un pequeño vendedor, que nunca a salido de su aldea, este viaje, no es algo que pienso tomar como algo malo.¨

La mirada de Jubaku cambio, su ceño se había fruncido.

¨Pero...¨

Naomi intento replicar nuevamente, pero tras la decisión del viejo permaneció callada.

¨No tienen de que preocuparse, el viaje es solo de un día y medio, además, ya han pasado 2 semanas, estoy seguro de que sus heridas no serán ningún inconveniente para el viaje.¨

Fueron las palabras del viejo las que terminaron callando a todos, incluida su nieta. Mire con detenimiento al viejo hombre, aun haciendo una reverencia.

¨Se lo agradezco mucho, señor Yusuke.¨

Pasada las discusiones seguimos gozando del rico desayuno, hasta que el dúo de abuelo y nieta se retiraron de la mesa tras agradecer por la comida, tomando un camino juntos fuera de la casa, dejandono a mí y a Jubaku solos.

Durante el tiempo pasado en este lugar, nos habíamos acercado un poco, siendo un poco más que simples desconocidos, pero menos que amigos, sin embargo, aún ahora, su mirada no había cambiado mucho, era fría, y sin rastro de emociones.

Qué le sucede...no parece estar convencido por mi desición...

¨Alex.¨

Su llamado me termino sacando de mis propias dudas.

¨¿Si...?¨

Sus ojos me miraron, haciendo contacto visual.

¨En verdad, ¿Piensas tomar este incidente de forma tan positiva...?¨

Baje la cabeza, fijando mi mirada en mis piernas.

¨Si...¨

¨¿Por qué?¨

Su pregunta fue inmediata, la misma estaba acompañada de un ligero toque de ira he incredulidad.

¨Siendo sincero, si tomo todo esto como tal, el estar aquí, tan lejos de mi familia, no sabria como sentirme. ¿Puedes entender eso? La sensación de como te arrebatan lo unico que conoces...lo unico que te da una razón de vivir...¿Conoces ese sentimiento...?¨

En ese instante, de forma misteriosa, la mirada de Jubaku cambio. Sus ojos se volvieron mansos.

¨Es por eso, que pienso pasar el tiempo que me queda, lejos de esas preocupaciones...siendo franco, es la unica forma que conozco con la cual pueda disipar mis propias preocupaciones.

Lo que dije era simplemente la verdad. El haber sido arrebatado del lugar en que creci sin antes preguntar había sido un acontecimiento bastante chocante, aún cuando mentalmente tenía la edad de aproximadamente 32 años, no estaba ajeno a sentir miedo, un miedo que nacia a raíz del futuro que conocia.

Al volver nuevamente mi mirada a Jubaku, el mismo se notaba aún serio, pero ya nos mostraba el mismo enojo. Cerro ambos ojos, para luego suspirar.

¨Ah...bien, solo intenta no causarle mas problemas al señor Yamashita, ya causaste conflictos al estar buscando esa arma tuya en el cuarto de su nieta, siendo franco me sorprende que no nos hayan botado a patadas de su casa.¨

En ese momento el ambiente cambio, y mi anterior sentimiento de tristeza, fue remplazado por vergüenza.

¨¡Oye! Ella tenía algo de mi propiedad, y aunque no haya sido lo mas honesto meterme a su cuarto por error, no quita el hecho de que tenían algo mío, y no parecía que me lo devolvería pronto.¨

¨Esta bien está bien.¨

Dijo levantándose de la silla

¨Solo intenta mantener un bajo perfil cuando estén allá, es común encontrarse con gente de todo tipo en cualquier ciudad de Japón, sobre todo donde se venden tantos productos de dudosa procedencia.¨

Y mientras se alejaba termino diciendo.

¨Procura no comprar nada raro.¨

Sonreí al escucharlo, finalizando nuestra converzación.

Los días pasaron con rapides después de aquella charla, y cuando el sol ya se estaba ocultando yo me encontraba descansando en mi cama mientras exploraba todas las opciones que el sistema tenía para ofrecer.

¨Mejoras para la escopeta.....con que balas explosivas.¨

[Le es recomendable permanecer con la misma munición hasta subir el arma a nivel 2, tras eso le serán mas útiles las municiones explosivas.]

¨Claro..¨

Dije al momento que extendí mi arma, analisando su estado. 

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Estado de Escopeta.

Durabilidad: 297/300

Munición: 0/2

Nivel: 1 (5/20)

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Imagino que me faltan 15 niveles de experiencia para subirlo al nivel dos..

El hecho de poder mejorar mis armas de una manera tan libre y equilibrada había logrado enamorarme de mi pequeña escopeta, la idea de poder alternar en distintos tipos de munición era una característica muy beneficiosa para alguien tan débil como yo.

¨Fascinante...¨

Para mi mala suerte la alegría me duraría poco tras ser interrumpido por los repentinos golpes en la puerta.

¨Adelante.¨

Por la puerta no paso otra mas que la nieta del viejo, la cual iba trayendo entre manos unas prenderas negras acompañados por un antifaz del mismo color.

¨Buenas noches señorita.¨

¨¿Qué estas haciendo aquí..? ¿Acaso no vas a acompañar a mi abuelo?¨

Su voz se notaba serena, pero no dejaba de emanar aquella aura de enojo e insatisfacción.

¨Claro que si.¨

¨Entonces que haces ahí descansando, ya esta por partir.¨Dijo mientras dejaba la tela y el antifaz sobre la pequeña mesa.

¨Ponte esto antes de salir.¨

Cuando estuvo por irse, volvio a mirarme, con un rostro mucho más serio.

¨Más te vale comportarte.¨

Y dejando su mensaje, termino retirandose.

Mirando por donde salio, me había quedado con un rostro en blanco.

Si que da miedo...

Al inspeccionar la tela negra, me di con la sorpresa de que era una especie de capa acompañada de una capucha que cubría casi toda mi cabeza, siendo el antifaz que dejo del mismo color el que me hizo dudar si usarlo o no.

Eran casi las ocho de la noche y la luna era la única fuente de luz en el bosque repleto de nieve que, para una persona normal parecería inofensivo, pero podía detectar con mi radar que habían muchos animales deambulando por ahí.

Afortunadamente para nosotros, el lugar estaba rodeado de grandes y gruedas vallas de madera, los cuales mantenian a raya a los animales que rondaban el bosque.

Una carreta casi vacía fue lo primero con lo que me encontré al salir de la casa, junto a ella se encontraba el viejo junto a su nieta, sin embargo, había una presencia desconocida junto a ellos hablando de una manera que parecía preocupada.

¿Quién es ella...?

La duda no se hizo esperar tras notar que al parecer el duo que nos había cuidado era en realidad un trio disperso.

Acercándome más a ellos se veía a una mujer de aproximadamente 30 años vistiendo un atuendo parecido a la de una sirviente, pero lo que más llamo mi atención fue ver un extraño símbolo plasmado en su uniforme semejante a la de un águila blanca.

Talvez debería irme...no parece serun buen momento..

Cuando estaba dando media vuelta para volver a la casa, mi presencia fue rapidamente captada por el señor Yusuke.

¨¡ Kamado, a donde vas!¨

La voz del viejo me hizo erizar la piel por un instante, mientras maldecia mi mala suerte.

¨Carajo..¨

¨B..uenas noches señor Yamashita, señorita y..¨

Mantuve la vista fija en la nueva silueta frente a mí, hasta que la misma fue la que prosiguio la conversación.¨

Es un placer conocerlo joven Kamado, he escuchado mucho de usted y del joven Sasaki.¨

Sonreí con nerviosismo, mientras dirigia mi mirada al viejo.

¨Es verdad que no debes conocerla, te presente a una vieja amiga, su nombre es Nakamura Himari.¨

¨El placer es solo mío, muy buenas noches a usted también, señorita Nakamura.¨

Dije inclinando ligeramente mi cabeza.

¨Esto ya se lo había comentado en la tarde a Jubaku, pero creo que olvide mencionártelo a ti, mientras nosotros estemos fuera de casa ella se encargara de cuidar de mi nieta y de tu amigo, por eso no habra que preocuparnos.¨

Mire con asombro al viejo, aumentando mis impreciones por aquel hombre.

Si que sabe pensar..

¨Muchas gracias por tomarse todas estas molestias por nosotros, prometo no serle una carga en el camino.¨

Fuera de esto, a mi pareder, el apego que tenía Naomi hacia Himaria era muy notorio tras la corta conversación que hubo y el hecho de que se fueron juntas en dirección de la casa en cuanto termino nuestra corta conversación.

¨Lo mejor será irnos ahora que la luna alumbra el camino, si todo sale bien, estaremos llegando dentro de dos días a la ciudad, procura dormir bien.¨

Tal y como había mencionado el camino era alumbrado por la luz de la luna, guiandonos al este en donde encontrariamos nuestro destino.

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Nueva misión principal adquirida.

Protege al señor Yamashita y lleguen seguros al pueblo comercial.

Recompensas: +80 monedas del sistema, x300 de experiencia.

Recompensa extra: Nivel 21

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Tal parece que la suerte esta de mi lado...

Una sonrisa se había formado en mi rostro al percatarme que estaba cerca del nivel 21. Después de todo, no era nada facil conseguir experiencia, en los trece años estando vivo, solo había logrado optener algunas pocas misiones, y de las que con regularidad se me proporcionaban, siempre eran con bajas recompensas al ser tan monotonas.

Sin duda este sistema es bastante inteligente..

[Agradezco el cumplido.]

Rapidamente mi sonrisa se había esfumado, tornandose en una ceño fruncido.

Sabes, a veces me gustaria que no lo fueras..

Al llegar frente al señor Yusuke, mire que el responsable de llevarnos a la ciudad era un caballo color marrón. Fue en ese instante que un pensamiento inconsciente paso por mi mente.

Bucéfalo...

El caballo de Alejandro Magno, un hombre al que llegue a admirar mucho por como logro hacer tanto a tan corta edad.

¨¿Nos vamos..?¨

Ante la propuesta del hombre, me limite a reponder con un si.

Habían pasado algunas horas tras nuestra partida, la luna se encontraba a medio camino de desaparecer y dar paso al sol, siendo aparentemente esta la señal que tenía el viejo para parar el viaje.

Habíamos traído la carreta con nosotros, la cual me encargue personalmente de dirijir todo el camino por pura cortesía al hombre ya viejo.

Me pregunto a todo esto, por qué salimos a estas horas de la noche...

El sueño era algo de lo que no me preocupe tanto, después de todo, acostumbraba a dormir tarde, y mi horario de sueño ya estaba hecho un desastre.

¨Lamento que tengas que llevar tu solo la carreta, soy consiente de que es un gran peso el tener que permanecer despierto hasta estas horas de la madrugada ¿Qué te parece si paramos por ahora?¨

Mirando al viejo, sonreí con cansancio, pues, había permanecido despierto gran parte del camino, llegando a dormir solo unos cuantos minutos antes de percatarse de que estemos bien.

¨He traido algunas cosas para armar un pequeño campamento, tras descansar un par de horas podremos proseguir el vieja.¨

¨Me parece buena idea.¨

Dije, dejando la rienda del caballo y soltando un pequeño bostezo.

El desvelarme de forma tan recurrente, ayudo a que pudiera mantenerme despierto hasta ahora...me pregunto si el viejo estara bien..

¨Y, no se preocupe por esto, es lo mínimo que puedo hacer para usted en este momento.¨

Una cálida sonrisa fue la respuesta que recibí, y tras armar nuestro campamento prendiendo a la vez una fogata para espantar a los animales, terminamos descansando en una pequeña cueva que al parecer acostumbraba el viejo a usar.

El tiempo paso, y el viaje había sido largo, y muchas veces llegue a arrepentirme por haber venido tras la ardua caminata, pero por fin podía distinguir la ciudad de la cual el viejo tanto había hablado.

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Mision completada.

Recompensas:

+80 monedas del sistema.

x300 de experiencia.

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Nuevo nivel adquirido: Nivel 21

Recompensas: 

+Caja de regalo de nivel.

+105 monedas del sistema.

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¨¡Sean todos bienvenidos a la ciudad de Kiosawa, la ciudad comercial mas fructificada y codiciada por todo Japón!¨

La gente en la entrada vestían ropas caras, acompañados de enormes carteles publicitarios de diversas tiendas, la entrada era lo mas resaltante a primera vista, sin embargo, lo más extravagante vino después de entrar.

Enormes casas y edificios con posters y letreros de diversas marcas o productos era lo que se veía por donde dirigieras los ojos, acompañados de miles de personas rondando las calles en busca de artículos a la moda o de primera necesidad.

Este lugar es...en verdad inmenso...

En primera instancia, los grandes edificios de los alrededores, acompañado de los atuendos mucho más modernos a lo que llevaba puesto, me había traido decenas de recuerdos, un sentimiento de nostalgia abrumo mi corazón, y antes de que me diera cuenta, había quedado pasmado en medio de todos.

Los gritos que publicitaban las tiendas se escuchaban por todos lados y las multitudes no dejaban ver con claridad la belleza del lugar.

Cuando estuve por caer sobre el suelo, inerte en la grandeza de aquel lugar, una mano me sostuvo del hombro.

¨No tienes porque sentirte abrumado por todo esto, estaras bien.¨

Mire con duda al viejo, a la vez que intentaba recomponerme.

¨Esta bien...¨

Seguí al viejo por múltiples calles, abriéndonos pase entre las personas.

¨Con permiso....disculpen...¨

Hasta llegar a lo que daba a entender en toda la palabra la plaza central de la ciudad: Las calles eran menos transitadas, pero aún mantenían a una extensa cantidad de compradores y trabajadores de aspectos claramente superiores a los de todas las personas que vi antes.

Vestimentas hechas de las más finas telas, junto a carteras y sombreros que parecían estar hechos a mano por una persona experta en su oficio, era lo que veía frente a mí, dejándome con una expresión de puro asombro.

¨Ven sígueme, no es bueno permanecer mirando a las personas tanto tiempo.¨

Algo a resaltar era que tanto yo como el viejo teníamos puestas nuestras respectivas capas con la capucha puesta y el antifaz en el rostro, atrayendo algunas miradas curiosas y murmureos entre las personas.

¨Mamá ¿Por qué esas personas llevan esas telas negras sobre sus cabezas?¨

¨No lo sé mi amor, deben tener alguna cicatriz que les avergüenza mostrar...ven vamos a comer el helado que tanto querías.¨

¨¡Viva!¨

Tal escena fue pasada por alto por muchas personas, mas no por mi ,dando a brotar una pequeña sonrisa.

Al ver tal interacción tan natural entre una madre y su hija había dejado un pequeño nudo en mi garganta, tras llegar a mi mente el rostro de mi madre y hermanos que solo Dios sabia se encontraban en estos momentos tras mi desaparición, causando que mi sonrisa se convirtiera en una mirada pesada, llena de nostalgia y melancolía.

¨¿Has escuchado lo que dicen los rumores? Se dice que la familia Yoshikawa a estado vendiendo productos defectuosos a las farmacéuticas de Kioto.¨

¨¿A que te refieres? La casa Yoshikawa jamás se arriesgaría a mandar productos defectuosos a otra ciudad, han sido la cabeza del comercio durante décadas ¡Me niego a creer rumores creados por competidores!¨

¨¡Va! Pero no te enojes por ello, es lo que eh escuchado.¨

Parece que los problemas existen hasta para la alta sociedad en esta época..

Pasamos por varias tiendas preseleccionadas por el viejo, hasta ser medio día cuando paramos para comer algo y descansar del vieja.

¨Solo quedan algunos lugares mas por visitar y nuestro recorrido estará completo.¨

¨Me parece bien, pero quisiera saber ¿Es necesario tener puesto esta ropa todo el tiempo? Me parece que damos a relucir demasiado el hecho de que somos viajeros.¨

¨Bueno, eres libre de poder quitártelo cuando quieras.¨

¨¿De ver..dad? Se lo agradezco mucho.¨

Para cuando me quite las prendas negras, me vi envuelto en la mirada del viejo.

¨¿Usted no piensa quitárselo?¨

En respuesta inmediata, nego con la cabeza.

¨Yo estoy bien así, en mi caso me es importante permanecer con esto puesto¨

¨Oh...entiendo perfectamente.¨

...

¨¿Hay algo que quieras decirme?¨

!!..

¨¿Co..mo lo supo..?¨

¨Se te nota en la cara, debes aprender a ocultar de mejor manera tus emociones y pensamientos si no quieres ser engañado con facilidad.¨

Su mirada cambio con rapidez, mientras empezaba a comer su quinto rollo de arroz.

Al bajar mi mirada me encontré que en mi plato solo quedaban tres rollos de arroz.

¨¿Qué..?¿Cuándo hizo eso?¨

¨A lo largo de los años se aprenden muchas cosas, pero ya dime ¿Qué quieres saber¨

¨Bueno...quisiera saber cuanto tiempo lleva usted y su nieta viviendo en el bosque...me refiero a que, parece conocer mucho de esta ciudad.¨

Durante gran parte del viaje, no a pasado momento en que no me haiga contado algo referente a esta ciudad...es poco creible que siempre estuvo viviendo en el bosque..

¨Hmm....¨

La expresión del viejo había cambiado de una tranquila a otra que reflejaba seriedad, mientras pensaba en una respuesta.

¨Perdón si le hice una pregunta incomoda, no tiene que responderme si no quiere..¨

¨Ahhh....es verdad que es una pregunta difícil de contestar en estos momentos, pero dada las circunstancias me gustaría omitir la pregunta por ahora.¨

¨Ya...veo.¨

Que sospechoso...¿Qué estan ocultandonos..?

El resto del día seguimos visitando tiendas de plantas medicinales, de carnes, semillas, aceite y entre muchos otros utensilios de primera necesidad, de ese modo, la noche se aproximaba con rapidez mientras visitábamos la penúltima tienda.

¨Buenas noches ¿Hay alguien atendiendo? ¨

El viejo acostumbraba a entrar primero siempre con las mismas palabras memorizadas, se notaba lo rutinario que era para él llegar y salir de la ciudad.

¨Bienvenido señor, dígame por favor que es lo que esta buscando.¨

¨Bueno por casualidad tendrá..¨

Fuera me encontraba yo cuidando la carreta. Las calles se encontraban mas vacías, pero aún mantenían una considerable cantidad de personas que buscaban engatusar a la gente a que compren sus productos, y otros que se encontraban saliendo de sus trabajos y volviendo a casa.

Muchos mostraban un rostro agotado, fue así hasta que me tope con lo que parecia ser un oficial de la ciudad.

Un guardia..

Su rostro se notaba serio, semejante a los militares de mi anterior mundo, sin embargo, en cuanto su atención de fijo en mí, una sonrisa parecio adornar su rostro.

Tal suceso me hizo estremecer, causando que desviara la mirada. Por un segundo, el radar había marcado una presencia enemiga.

Al volver mi mirada en dirección del guardia, el mismo se notaba agotado, casi como si toda la serenidad y voluntad por realizar su trabajo, se hubiera ido.

Ese hombre...no parece estar bien, necesita ayuda..

Cuando estuve por ir a verificar, un grito fue el responsable de hacerme estremeser por segunda vez.

¡Por favor déjela ir!

Ese debía ser el grito más desgarrador que haya escuchado en mucho tiempo.

Qué demonios fue eso..

Tal grito había puesto en alerta todos mis sentidos, activando por inpulso el radar del sistema.

Aparentemente nadie había logrado escuchar el grito, por lo cual decidi ir a su origen, pues una señal se había marcado.

Tras traspasar unas cuantas calles corriendo, llegue a una zona apartada de todo tipo de tienda o persona a la vista, y al afilar mi mirada en medio de la oscuridad, logre divisar a un joven hombre con arapos como prenda principal intentando con todas sus fuerzas detener una carrosa llevada por caballos, el joven con todas sus fuerza empujaba la carrosa, evitando que esta avanzara, todo a base de pura fuerza humana.

Increíble...

No había nadie mas que dos personas aparte de mi en el lugar, por lo cual nadie podria ver lo que sucedia.

¨¡Le prometo que le pagare todo lo que debo, pero por favor no se lleve a mi hermana!¨

Al que le estaba hablando era un hombre viejo de buen aspecto, ropas caras y un deslumbrante reloj hecho de un material similar al oro.Tal hombre con un solo chasquido de sus dedos hizo aparecer dos personas de aspecto robusto que salieron de la carrosa, de los cuales uno de ellos dirigió un fuerte golpe en la cara del joven, dejándolo en el suelo.

¨Atrévete a tocarme una vez más con esas manos sucias...y prometo que tu deuda no será tu única preocupación.¨

Dijo, y finalizando con una patadasobre el debil cuerpo del joven, se marcho junto a sus hombres y una niña de aproximados ocho años de edad. Si la niña no hubiera estado amordazada y atada hubiera gritado pidiendo ayuda, pero lo único que pudo hacer fue derramar decenas de lágrimas mientras era secuestrada frente a todos.

Todo había pasado realmente muy rápido, que no tuve tiempo de siquiera pensar en intervenir o permanecer quieto, por lo cual mi cuerpo opto por la segunda opción hasta que pasados los hechos salí de mi estupor.

Qué carajos, esto es...talvez debería..

Cuando me encontraba ya con el cuarto paso en dirección al carruaje, pare de golpe tras escuchar unos casi inaudibles sollozos provenientes del joven que aun permanecía tirado en el suelo.Al verlo, el mismo era incapaz de permanecer en pie, a lo cual fui a ayudarlo.

¨¿Te encuentras bien?¨

Nuestras miradas se entrelazaron por unos instantes, antes de distanciarse.Me agache a su altura, posicionando mi brazo sobre su fragil cuerpo, notando al instante como era en verdad: Un saco de huesos andante era el pobre niño que aparentaba tener 16 años tirado en el polvoriento suelo.

¨Por qué....porque...porque...¨

Susurraba entre intervalos de lagrimas que parecian no hallar fin.

¨Lamento lo que sucedió..¨

¨Tu no lo entiendes...ella...ella es el único recuerdo que me queda de mi madre...yo...yo...¨

Encorvo más su espalda escondiendo su rostro, a la vez que empezaba a temblar.

¨No sé si pueda seguir sin ella...¨

Sus sollozos se volvieron maldiciones contra los culpables de perder su razón de vida, materializando su frustración en sus manos que posiciono sobre sus ropas en busca de algo en específico.

¨¡AHhh!¨

Su grito hizo que por un momento retrocediera, cosa que evite hacer, pues al percatarme, vi que de su mano saco una navaja oxidada, que por producto de su incontrolable arrebato de desesperación posiciono contra su pecho.

!Idiota¡

Con todas mis fuerzas sostuve sus brazos, logrando tirarlo al suelo, y de un solo movimiento logre someterlo por completo mientras su arma salía volando.

¨¡No lo hagas, no valdrá la pena!¨

¨¡Déjame hacerlo! ¡DEJAME TERMINAR CON TODO! ¡Si no lo hago, ellos vendran por mí tambien!¨

Con toda su fuerza intentaba zafarse de mi agarre, pero su débil cuerpo no contenía la fuerza suficiente para lograrlo.

¨¡Tks, no dejare que lo hagas!¨

Maldición...que deberia hacer en una situación como esta..

Fue ahí cuando se me vino a la mente la imagen del guardia.Eso es...Cuando estuve por gritar por ayuda, una voz termino dejandome mudo.

¨¡Que esta pasado aquí!¨

Al volver la mirada en dirección de la voz, se veía a lo que parecía ser un guardia, el mismo portaba un uniforme diferente al hombre que había visto momentos antes. Al girar mi cabeza en dirección de la voz descuide por una milésima al sujeto que sostenía, pero siendo esto suficiente como para que se librara de mi agarre salió disparado en dirección de la navaja sosteniéndola entre sus manos listo para acabar con todo. O eso hubiera sucedido de no ser por el repentino golpe que recibió en la cabeza, dejándolo fuera del mundo real. Al elevar mi cabeza logre identificarlo, el responsable de tal acción.

¨¡Señor Yamashita!¨

El mismos se notaba con un rostro alterado, mientras que logre divisar atrás suyo la carreta que había dejado tirada.

¨!Qué crees que haces aquí¡¨

Fue su grito lo que me hizo agachar inconsientemente bajar la cabeza, mientras que mi brazo era sostenido con fuerza por él.

¨!Debemos irnos ya¡¨

Fueron sus apresuradas palabras las que me sacaron momentaneamente del sentimiento de culpa que había llegado a sentir por abandonarlo de aquella forma, todo para acto seguido empezar a correr lejos del lugar seguidos por los gritos del guardia atrás nuestro.

Cajaro...qué mala suerte..

Fin del capitulo.

¿Qué les pareció el capitulo de hoy?

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