Justo entonces, Lin Chaodong bajó de las escaleras y vio a Zhou Yu, diciendo alegremente:
—¡Zhou Yu, has vuelto!
—Abuelo, acabo de regresar.
—Bien, ¿cómo te fue en la Ciudad Yu?
Zhou Yu respondió con una sonrisa:
—Todo se ha resuelto. No habrá más interrupciones en el suministro de arena.
—Eso es genial, has trabajado duro en este viaje.
Tras charlar un rato con Lin Chaodong, Zhou Yu se dirigió al patio trasero de la villa.
Lu Wuya se levantó inmediatamente y se acercó a Zhou Yu:
—Zhou Yu, has vuelto.
—Jeje, tío Lu.
—¿Cómo ha estado sanando tu lesión durante este tiempo?
Lu Wuya dijo emocionado:
—Desde el último tratamiento, he estado usando la medicina según la receta que dejaste, y me he recuperado rápidamente. Tengo el presentimiento de que en otro medio mes, podré volver al gran Reino Innato.
Zhou Yu asintió y dijo con una sonrisa:
—Me alegra escuchar eso.