El pasillo del Hostal Rugui estaba completamente cerrado, totalmente desprovisto de luz natural. Aunque había luces montadas en el techo, eran luces con sensor de movimiento. Ambos individuos escondidos en las sombras permanecieron en silencio, sin nadie caminando por el pasillo, por lo que naturalmente, las luces permanecieron apagadas.
Permanecieron en silencio acurrucados en un rincón, esperando, cada uno aparentemente capaz de oír el latido del corazón del otro.
Sin embargo, incluso con un contacto tan cercano, ninguno albergaba sentimientos amorosos. Su atención estaba completamente enfocada, sin pestañear, en la puerta cerrada frente a ellos.
Drip, drip, drip...
El tiempo fluía como el agua, cada minuto y segundo pasaba, pero Liang Fei y Shen Xing permanecían inmóviles como estatuas, sin moverse ni un centímetro.
—Liang Fei...
Después de un rato, Shen Xing, al parecer incapaz de soportar más el silencio, miró a Liang Fei, queriendo saber qué acción planeaba tomar.