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Lo que Halcón encontró en la ciudad de los Gigantes Helados no era en absoluto lo que alguien había esperado. La propia ciudad estaba casi demolida, con una gran brecha en la pared que daba a los Páramos de Ceniza cerca del volcán.
No fue el primero en llegar, los Elementales lo habían precedido y, por como se veía, habían tomado la ciudad o hecho suficiente daño para hacer que la población civil se retirara. Todavía había un contingente militar considerable cerca, así que los Elementales quizá no habían ganado la batalla, pero la ciudad estaba demolida de todos modos.
Eso inició la búsqueda del lugar de invocación. Si podía encontrarlo, podrían destruirlo y detener completamente los refuerzos. No había nadie en este equipo que quisiera irse más que Halcón, y eso incluía a Remi, que no podía sobrevivir al frío durante mucho tiempo en su estado actual.