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93.75% Reencarnacion Errada / Chapter 60: Despertando a la niña elfo VII

章節 60: Despertando a la niña elfo VII

Había una cosa que debía admitir: el plan que la flor con rostro humano tenía entre manos era bueno. Era obvio que la flor estaba utilizando su inteligencia para salir del problema en el que se encontraba; controlar a la niña elfo era una buena manera de salir con vida de su situación. Cada vez me sorprendía más el comportamiento de la flor endemoniada; era irritante. Solo la había dejado con vida porque quería sus poderes; después de todo, era la primera vez que no podía replicar una habilidad. Estaba más que claro que esa flor era especial en muchos sentidos; era la primera vez que me encontraba con una bestia con semejante capacidad de razonar. Era interesante ver cómo usaba su cerebro. Esa cosa estaba más que claro de que se había dado cuenta, observándonos a todos los presentes, de que nosotros no queríamos exponer a la niña a la violencia o a las malas palabras; por eso optó por comunicarse con ella y hacer parecer que yo era el malo del cuento. Fue una manera bastante curiosa de tergiversar las cosas. Sin lugar a dudas, esa flor se merecía un Óscar por su actuación, pero estaba muy equivocada si creía que era la única que podía utilizar su cerebro para pensar. Si no la podía asesinar enfrente de la niña, solo tenía que matarla en un lugar donde ella no pudiera ver.

'Sin lugar a dudas, está desesperada.'

Con un pensamiento rápido, moví la barrera en forma de cubo y la acerqué a mí. Todos vieron con mucho cuidado lo que yo estaba haciendo, ya que se encontraban cerca de mí y parecían no confiar en la dureza de mi barrera, ya que eran incapaces de sentir cuánta energía fue puesta en dicha barrera. Por supuesto, yo sí le tenía fe a mi barrera; después de todo, había añadido una cantidad decente de maná. Tenía muchas dudas de que esa flor pudiera siquiera rasguñarla. Una vez que tuve la barrera frente a mí, un agujero se abrió y, en un movimiento rápido, toqué el tronco de la flor con rostro humano, y esta desapareció en un instante. Todo lo que quedó fue una barrera que flotaba en el aire. Casi al mismo tiempo, desactivé la barrera que había creado con un chasquido de dedos. Giré mi cabeza hacia donde se encontraba la niña y le dije:

"No le preste atención a esa bestia, señorita Lía. Esa cosa es peligrosa. Por fuera se puede ver bonita, pero la realidad es que ella desayuna niños indefensos que se dejan engañar por sus palabras."

La niña elfo se horrorizó por mis palabras; la idea de meterle miedo parecía haber sido todo un éxito. La realidad era que no estaba mintiendo; esa flor en serio comía personas, y si no hubiese luchado en aquella ocasión con seriedad, yo hubiese sido el alimento de ella. Pero, por desgracia para esa flor, las cosas no resultaron ser así.

"¿Entonces ella me estaba mintiendo?"

No hubo necesidad de responder esa pregunta, ya que la mismísima Idril se encargó de contestarla:

"Sí, esa cosa te estaba mintiendo. Quería aprovecharse de ti y, muy posiblemente, comerte."

Idril dio el toque final. Todos pudimos ver cómo las piernas de la niña comenzaban a temblar, y estaba más que claro que el miedo se estaba apoderando de ella. Parecía que ya había comenzado a reflexionar sobre lo ingenua que había sido. Después de todo, una parte de ella le había creído a la flor. Viendo que la niña estaba reflexionando sobre lo que había ocurrido, procedí a cambiar rápidamente el tema; no quería que siguieran indagando sobre esa flor; después de todo, planeaba matarla en secreto, y, siendo sincero, iba a ser extremadamente doloroso para esa flor; después de todo, se había tratado de pasar de lista, y eso no sería perdonado. Dije en voz lo suficientemente alta para que todos pudieran escuchar:

"La señorita Lía ya debería ser capaz de utilizar maná."

La primera persona en responder a mis palabras fue Angrod. Aún se podían ver algunos vestigios de preocupación en su rostro mientras hacía su pregunta:

"¿Estás completamente seguro de que todo salió bien?"

Le respondí a su pregunta con toda la seriedad que pude reunir en el momento:

"Sí, sus canales se encuentran abiertos y funcionales; solo es cuestión de esperar a que su cuerpo empiece a recoger el maná de la atmósfera. Si mis cálculos son correctos, en 24 horas debería ser capaz de realizar su primer hechizo."

Respondí con toda seguridad; el procedimiento había sido un éxito, y la razón por la que dije que ella podría realizar su primer hechizo en 24 horas se debía a que el cuerpo de ella era el de una maga, aunque también tenía talento para convertirse en una guerrera; pero, después de todo, su mayor fortaleza sería que podría lanzar hechizos. Una vez que Angrod procesó mis palabras, procedió a mirar a su nieta; era cierto, ahora podía sentir leves vestigios de maná. Angrod preguntó:

"¿Ese procedimiento que acabas de realizar no dejará efectos secundarios en mi nieta?"

"No."

Él aún parecía tener sus dudas con respecto al procedimiento, y era normal; después de todo, era un proceso bastante riesgoso. Otra cosa a tener en cuenta fue el tiempo que le requirió al chico de cabello blanco realizarlo; solo le había tomado dos horas realizarlo; fue extremadamente rápido, y lo sorprendente fue que lo realizó él solo. Él sabía mejor que nadie que ese proceso, por lo general, se requería de múltiples magos para realizarlo; después de todo, se requería de un control absurdo para evitar que la energía se saliera de control y la persona explotara. Otra cosa a tener en cuenta era la cantidad de procesos que tenías que realizar: sacar tu maná de tu cuerpo y controlarlo cuando se encontraba dentro de otra persona era extremadamente difícil. Angrod supo de esta manera que sin lugar a dudas, ese chico de cabello blanco y ojos azules no era cualquiera. Sin lugar a dudas, era un ser terrible, capaz de realizar milagros. Sin lugar a dudas, lo que había hecho con su nieta era un milagro.

Idril parecía estar pensando en lo mismo durante el proceso que realizó el chico; ella fue incapaz de detectar el más mínimo indicio de energía; ella se sintió impotente al no poder detectar dicho proceso. Estaba más que claro que los poderes de ese chico operaban de forma desconocida. Sin lugar a dudas, ese chico era extremadamente poderoso, y, ya que había logrado abrir los canales de su sobrina, sin lugar a dudas eso demostraba que él poseía un control extremadamente poderoso sobre su energía; ese control era mayor que el suyo. Una vez más, ella supo que había sido superada por él.

Maedhros tenía sentimientos complicados; en realidad, él ya no sabía qué hacer con ese monstruo. Cada vez tenía más poder y demostraba ser una amenaza aún mayor; tenía serias dudas de que la guardia real pudiera hacerle frente. Él no quería que ese monstruo estuviera cerca de su hija, ya que creía que él sería una mala influencia para ella; temía que su inocencia desapareciera por juntarse con esa cosa; después de todo, estaba más que claro que esa cosa era un asesino a sangre fría; después de todo, él lo había partido a la mitad y parecía no tener remordimientos por eso. Cada vez que miraba al chico, él parecía tener una risilla oculta que parecía decirle que podía matarlo en cualquier momento que él quisiera.

Eryn, por otro lado, pensaba de otra forma; ella creía que ese chico de cabello blanco era alguna clase de guardián o protector de su hija. Ella era una fiel creyente del destino; ella no creía mucho en las casualidades. Era extraño que ese individuo hubiese aparecido y hubiese rescatado, no solo una vez, sino dos, a su hija. Estaba más claro que el objetivo de ese ser no era lastimar a su hija, y cada vez creía más en eso; incluso ahora había despertado el maná en su hija. Estaba más que claro que sus intenciones eran buenas. Sin lugar a dudas, él también deseaba que Lía pudiera protegerse ella sola, aunque debía admitir que le daba un poco de miedo lo vasto que era su poder; ella aún recordaba que ese mismo ser casi le arrebata a su esposo, el rey del reino de los elfos, la persona que se suponía que era la más influyente y poderosa.

Naida, por su parte, estaba sorprendida; aún era incapaz de ver a través del poder de ese ser; parecía no estar utilizando ni una pizca de maná, pero ella sabía que tenía que estar usando maná de alguna forma que desconocía. Ella había estado tratando de analizar a ese individuo una y otra y otra vez; su intención era tener una manera de contrarrestarlo y contenerlo, pero hasta el día de hoy no había encontrado una buena manera; después de todo, se desconocía hasta qué extremo podía usar su capacidad mágica. De algo estaba segura: él no era un mago; después de todo, nunca había visto que lanzara un hechizo; todo lo que sabía era que había desactivado un hechizo utilizando alguna clase de poder extraño. Pero, por desgracia, eso no bastaba para decir que se tenía un análisis completo sobre él. Sin lugar a dudas, la única manera de hacer un reporte completo sobre él era luchando directamente contra él.

Después de que respondí la pregunta de Angrod, me le acerqué a la niña elfo y puse mi mano sobre su cabeza; la felicité por haber pasado la prueba con éxito y le dije:

"Te entregaré el regalo que te prometí una vez que absorbas el maná de la atmósfera; estoy completamente seguro de que te gustará el regalo que te daré; después de todo, ese regalo es muy versátil."

Dijo la niña con los cachetes inflados:

"Pensé que me darías el regalo ahora mismo"

"Nunca dije que te lo daría ahora mismo, pero no te preocupes; sin lugar a dudas te lo daré; estoy completamente seguro de que te gustará mucho; es un regalo que nunca te han dado; estoy seguro de eso."

La niña elfo parecía no estar muy contenta con el hecho de que le entregaría su premio después, pero eso no importaba; de igual forma se lo iba a dar. No se lo daba aún ya que faltaban algunos ajustes por realizar, y además iba a estar ocupado dándole una paliza a la flor con rostro humano; y más que darle una paliza, la iba a matar y la iba a hacer picadillo; ya estaba harto de ella; era la primera bestia que se atrevía a molestar tanto, y mira nomás que ni siquiera le pude sacar un poder. Estaba decidido a hacerla sufrir al máximo. Después de un rato, recordé algo y se los dije a todos:

"Casi lo olvido; parece que la señorita Lía tiene un 'ojo mágico'. Aunque desconozco qué clase de poder tiene, pero sin lugar a dudas posee uno. Aunque es extraño, ya que no debería tener maná para activarlo en este momento, pero de una cosa estoy seguro, y es que, sin lugar a dudas, está activo."

Mi declaración sorprendió a todos los presentes, incluida la niña elfo; pareció sorprenderse aún más. Todos voltearon a verla, y ella parecía estar un poco apenada por todas las miradas que estaba recibiendo, pero al mismo tiempo inflaba el pecho como mostrando que era impresionante, aunque ni ella misma sabía qué clase de poder tenía. La primera persona en romper el silencio fue Angrod:

"Ahora que lo dices, sus ojos parecen estar brillando más de lo normal, pero soy incapaz de sentir maná en ellos."

Dijo confundido con el fenómeno; era raro que los ojos mágicos no emitieran señal de maná, aunque bien se podría ocultar si el usuario fuera alguien experimentado, pero en este caso estábamos hablando de su nieta, que acababa de despertar. Habló el chico de cabello blanco y ojos azules; él también parecía sorprendido por ese hecho:

"Sin lugar a dudas tiene unos ojos preciosos, pero incluso yo soy incapaz de ver qué clase de poder poseen o qué pueden ver. Bueno, esperemos que sea un poder extraordinario; entre más fuerte, mejor."

La confusión reinaba en el lugar; nadie parecía saber qué clase de poder tenían esos ojos, y mucho menos parecían saber qué clase de poder estaba alimentando a esos ojos. Todos comenzaron a adular a Lía, aunque nadie sabía qué clase de poder tenían los ojos que ella poseía; pero, de igual forma, ya empezaron a adularla como si fuese impresionante. La realidad era que no la querían preocupar, y por eso la estaban adulando; y la otra razón por la que la adulaban era porque se veía graciosa con sus orejas revoloteando sin control y roja como un tomate.

Los datos que fueron extraídos en el procedimiento anterior planeaba introducirlos en el regalo que le estaría dando en las próximas horas a la niña elfo. Ese regalo, más que un regalo, era un arma, un prototipo, una creación de lo más extraña. D fue el encargado de la creación de esa cosa; eso era una mezcla de muchas cosas diferentes, pero sin lugar a dudas tenía un equilibrio perfecto; se requería más que sangre para que esa cosa obedeciera a la niña elfo. Siendo sincero, esa cosa era extremadamente peligrosa, pero no para mí; sería peligrosa para aquellos que buscaran acercarse con intenciones maliciosas a esa niña; ya podía imaginarme cómo terminarían esos individuos.

El proceso para abrir los canales de la niña elfo había sido un completo éxito, ya que había cumplido con el cometido. Decidí que ya era hora de abandonar la habitación; le dije a todos los presentes:

"Estaré regresando a mi habitación en breve; tengo algunas cosas que hacer."

Dije mientras miraba a la cara a Angrod; por lo general, me dirigía hacia él cuando se trataba de asuntos serios; después de todo, no me llevaba bien con Maedhros; por lo general, debería estar anunciándole eso directamente al rey del reino, pero dado que no nos llevábamos bien, no tenía por qué ser cordial. Siendo sincero, aún tenía ganas de partirlo por la mitad; aunque lo había partido una vez por la mitad, aún me seguía mirando con su mirada de superioridad; eso me irritaba. Angrod preguntó:

"¿Ahora que has despertado a mi nieta, qué planeas enseñarle?"

Él hizo una pregunta válida; ellos aún no sabían qué le estaría enseñando a la niña elfo. Contemplé la pregunta que me había hecho, y después de un rato decidí contestarla, aunque no fui sincero del todo; puse una cara seria para decírselo:

"Voy a intentar enseñarle a utilizar mi magia; estoy completamente seguro de que ella es capaz de aprender a utilizarla en poco tiempo; después de todo, tiene mucho talento."

"¿Con magia te refieres a esos cortes de viento?"

"Sí, le estaré enseñando eso también; esa es una de las magias más básicas que poseo."

Mientras decía eso, empecé a caminar hacia la salida del lugar; ya había terminado con la mayoría de los pendientes en este lugar, así que ya no había nada que me retuviera aquí. Al notar que me estaba dirigiendo hacia la puerta, los demás también hicieron lo mismo; tampoco parecían tener razones para quedarse. Eryn había vuelto a tomar a la niña elfo en sus brazos y la estaba matando a besos nuevamente; sin lugar a dudas, ella seguro pensaba que su hija era algún tipo de oso de peluche; podía ver cómo estrujaba a la pobre niña. No había mentira en mis palabras; le estaría enseñando la magia de corte de viento. Algo a tener en cuenta es que me estaba refiriendo a la habilidad 'corte de viento' como magia; después de todo, los elfos parecían creer que era un hechizo, y a los hechizos se les consideraba magia; aunque ellos parecían tener sus dudas; después de todo, nunca habían visto que yo realizara un hechizo como tal; solo fueron capaces de ver el resultado final, que era el corte de viento. Los hechizos eran circuitos que aparecían en el aire, y de ellos, por lo general, brotaba la magia real; era como si fuera una especie de portal que invocaba algo; yo era incapaz de realizar esas cosas, pero si hablábamos de D, la historia cambiaba completamente; había una cierta desventaja al utilizar un hechizo; en mi caso, eran muchas desventajas; corría el riesgo de que se me friera el cerebro, ya que era muy complejo y se requerían de múltiples procesos; era bastante tedioso, pero D era una historia completamente diferente; él sí lo podía realizar, pero tenía que utilizar el cubo negro como catalizador, y ahí radicaba un problema, y era que ese cubo estaba en mi estómago; primero tenía que sacarlo de mi estómago si no quería que mi cuerpo explotara; ese cubo era capaz de resistir los diferentes tipos de magia y habilidades; si, por casualidad, no tuviera ese cubo en mi arsenal y tratara de activar un hechizo solo con mi cuerpo, sin lugar a dudas sufriría las consecuencias; este cuerpo no era apto para tal cosa, o más bien el cerebro no era apto, ya que ahí radicaba el problema; pero había formas para evitar dichas consecuencias, pero eso sería usado como último recurso; después de todo, no quería manipular mucho el cuerpo en el que me encontraba, ya que posiblemente dejaría de ser humano.

Finalmente, llegué a la puerta y puse mi mano en la manija; podía sentir a las personas detrás de mí; caminaban lentamente, sin superar mi paso; puede que no lo mostraran en sus rostros, pero estaban felices algunos, y otros tenían leves signos de preocupación por ciertos asuntos que aún no habían sido tratados. Una vez que crucé el umbral de la puerta y puse un pie fuera de esta, lo sentí de inmediato; me di cuenta de que algo andaba mal, y sin perder el tiempo expandí la característica 'dominio' sin dudarlo un poco, y de inmediato descubrí a qué se debía esa extraña sensación; en el tiempo en que había estado dentro de la habitación mágica, mis sentidos estaban bloqueados, y no sabía lo que estaba pasando afuera. Tal parece que los dos intrusos ya habían activado uno de los pergaminos de teletransportación; en pocas palabras, ya habían invadido. Lo que llamó mi atención fue que solo detecté a un individuo; me pareció extraño que solo llamaran a uno; podía ver el rostro del sujeto, y sabía que no era el domador de bestias; si hubiese sido el domador de bestias, las cosas se hubiesen puesto feas. Una vez que los demás salieron de la habitación, les dije sin rodeos; se podía ver una enorme sonrisa en mi rostro:

"Angrod, Maedhros, Idril, Eryn, Naida, Keijo, esta mansión ya no es segura; ha sido comprometida."

Al escuchar mis palabras, todos entendieron a qué me estaba refiriendo; sin más preámbulos, les expliqué:

"Los dos intrusos tienen múltiples pergaminos de teletransporte esparcidos por toda la mansión, y acaban de utilizar uno de ellos para llamar a alguien; dudo que sea alguien cualquiera; ya tenía previsto que esto pasaría sin lugar a dudas, así que abandonen esta mansión de inmediato ahora que pueden, ya que posiblemente en cualquier momento lanzarán algún hechizo capaz de bloquear la teletransportación y quedarán atrapados dentro de esta, y estoy seguro de que nadie quiere que eso ocurra."

El primero en reaccionar fue Angrod, quien preguntó casi de inmediato:

"¿Te encargarás de ellos tú solo?"

Angrod soltó una pregunta estúpida que hizo que se me borrara la sonrisa de la cara de inmediato; ¿cómo se le ocurría preguntar semejante cosa? El descarado. La niña estaba escuchando nuestra conversación, pero parecía que no entendía del todo lo que estaba ocurriendo; solo estaba callada, observando y escuchando todo, y tampoco entendería nada si no le explicán nada. Rápidamente le respondí a Angrod:

"Por supuesto que no me voy a encargar de todo yo solo; ya tengo un plan para encargarme de esta situación, y para eso requiero de la ayuda de la guardia real; no esperaba que estos tipos actuarán tan rápido; supongo que los estimulé demasiado; parece que en verdad se creyeron que estaba herido y se vieron obligados a acelerar sus planes; estimaba que atacarían más o menos en una o dos semanas, pero supongo que están bastante apurados; pero no importa, estoy más que listo."

Maedhros rápidamente intervino en la discusión; estaba más que claro que estaba molesto con lo que estaba ocurriendo; aún no sabía si esos enemigos de los que hablaba el chico de cabello blanco eran reales, pero dado que hasta el momento se había mantenido diciéndole la verdad, era difícil no creerle; sin pensarlo dos veces, le dijo:

"Si de verdad alguien se atrevió a invadir esta mansión, entonces estamos en nuestro derecho de enviar a personas capaces de plantarles cara a esos sujetos; así que, por lo tanto, Naida y Keijo, ustedes se quedarán con él y lo ayudarán en todo lo que necesite; y en cuanto a Idril, esta vez no te puedo enviar; te quedarás con nosotros a protegernos; no cometeremos el mismo error dos veces; está más que claro que las cosas están un poco descontroladas desde hace ya algún tiempo."

Una risa se dibujó en el chico de cabello blanco y ojos azules; parecía estar divirtiéndose con la situación actual; la realidad era que el chico estaba muy emocionado; después de todo, tenía una cantidad absurda de planes; aunque le había sorprendido que se apresuraran bastante los intrusos, eso no importaba nada; después de todo, nada cambiaría ahora que había expandido la característica 'dominio'; sin lugar a dudas, los demás pergaminos de teletransporte no se activarían en lo absoluto, ya que cada vez que estos intentaran activarse, él se encargaría de interrumpir dicha activación; en pocas palabras, los tres intrusos estarían solos en su incursión en esta mansión. El chico de cabello blanco habló:

"Desconozco lo poderoso que es la persona que entró en la mansión, así que solo por las dudas tengo que avisarles de que posiblemente esta mansión quede reducida a cenizas; así que les aviso de antemano de que si las cosas se ponen feas es posible que empiece a luchar en serio, y puede que ocurran daños colaterales; así que les recomiendo que empiecen a evacuar de la forma más sigilosa posible que puedan a las personas que aún se encuentran en este lugar."

Mis palabras enviaron escalofríos a las columnas vertebrales de los presentes; después de todo, les estaba anunciando que esos muros pronto serían reducidos a cenizas si las cosas se ponían feas; la preocupación en la cara de la niña era palpable; sin lugar a dudas, estaba asustada por cada palabra que salía de mi boca. Pero eso no me preocupaba, ya que, después de todo, su madre la calmaría de alguna forma más tarde.

"Bueno, ustedes dos reúnanse conmigo cuando terminen de evacuar a las personas de esta mansión; me voy a adelantar y les voy a ir a dar una cálida bienvenida a los intrusos."

Les dije a todos, y en un instante activé la habilidad 'impulso de viento' y salí disparado a una velocidad vertiginosa; todos vieron la tremenda velocidad que tenía; no podían seguirla con sus ojos; sin lugar a dudas, las cosas iban a descontrolarse de aquí en adelante; cualquier cosa podría pasar, pero nada de eso importaba ya; después de todo, estos estúpidos me habían hecho un gran favor; después de todo, si se aceleraban sus planes, eso significaba que a mí también me resultaría beneficioso; ya que si me los cargaba a todos, significaría que me podría ir más rápido de este reino; si la niña elfo se quedaba sin enemigos, no tendría de qué preocuparme más tarde; aunque había algo que me llamó muchísimo la atención, y fue el tiempo en que decidieron actuar; era muy raro que decidieran actuar justo después de que la niña elfo despertara su maná; era como si se hubiesen dado cuenta de que ya había despertado su maná; cuando me los encontrara, les sacaría esa información; fue muy extraño; era demasiada coincidencia que eligieran justo este momento para atacar; actualmente me encontraba muy emocionado, ya que quería probar mis nuevos poderes.


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