章節 80: Cinco Días en la Biblioteca de Hikari-Tek
Durante los siguientes cinco días, Ian se sumergió profundamente en los vastos conocimientos que la biblioteca de Hikari-Tek tenía para ofrecer. Cada día parecía abrir nuevas puertas hacia secretos aún más profundos, revelando información sobre razas, recursos, poderes y facciones que poblaban este rincón del infierno interdimensional.
Ian dedicó horas a aprender sobre las distintas razas que coexistían, algunas de las cuales eran aliadas, mientras que otras mantenían rivalidades ancestrales. Desde seres con habilidades mágicas innatas hasta criaturas que se adaptaban y evolucionaban rápidamente en los entornos más hostiles, cada raza tenía su propio rol en el complejo tejido de este mundo.
No solo adquirió conocimiento sobre las razas, sino que también estudió exhaustivamente los recursos únicos que podían encontrarse en las diferentes regiones. Minerales raros, plantas con propiedades curativas, y sustancias mágicas que desafiaban las leyes de la física llenaban los registros de la biblioteca. Estos recursos, fundamentales para el cultivo y la creación de artefactos, eran codiciados por todas las facciones, lo que a menudo desataba guerras y conflictos por su control.
Los poderes y habilidades que había solo soñado comenzaron a revelarse ante él. Algunos de estos eran conocimientos arcanos transmitidos a través de generaciones, mientras que otros eran secretos que pocos habían logrado dominar. Ian entendió que su propio poder, aunque significativo, solo era una pequeña chispa comparada con lo que podría llegar a ser si lograba asimilar y controlar estos nuevos conocimientos.
Las facciones que dominaban este mundo también ocuparon gran parte de su estudio. Entendió las alianzas y las rivalidades, los pactos frágiles y las guerras latentes entre ellas. Cada facción tenía sus propios objetivos y estrategias, y Ian supo que conocer estas dinámicas sería clave para sobrevivir y avanzar en este complejo entorno.
Cinco días pasaron como un suspiro. Tan absorto estaba en su estudio que no notó cómo el tiempo se deslizaba hasta que una suave vibración en la terminal frente a él lo devolvió a la realidad. El pase que había comprado para acceder a la biblioteca había expirado. Los hechizos que controlaban el acceso y el tiempo que uno podía permanecer allí se activaron, y antes de que pudiera intentar prolongar su estancia, se encontró siendo gentilmente guiado hacia la salida.
Después de salir de la biblioteca, Ian se tomó un momento para recuperar el aliento y reflexionar sobre todo lo que había aprendido. Decidió pasear por el pueblo, explorar sus rincones, y observar cómo se desarrollaba la vida cotidiana en este lugar tan peculiar. Caminó durante varias horas, absorbiendo las vistas y sonidos de Hikari-Tek.
Las calles estaban llenas de una mezcla fascinante de tecnología avanzada y magia antigua. Vio tiendas que vendían artefactos encantados, puestos de mercado donde se intercambiaban minerales raros y extraños, y talleres donde los herreros forjaban armas con runas místicas.
Finalmente, su recorrido lo llevó a un local que se asemejaba a una taberna. El letrero, iluminado con luces neón y rodeado de runas flotantes, atraía a una multitud variada de clientes. Ian decidió entrar.
El interior de la taberna estaba lleno de diferentes razas, cada una más diversa que la anterior. Los murmullos y risas de las conversaciones llenaban el aire, mientras los clientes intercambiaban historias sobre sus aventuras. Ian se sentó en un rincón, escuchando atentamente los rumores que flotaban a su alrededor. Se hablaba de misiones peligrosas, de ruinas llenas de tesoros y trampas mortales, de monstruos que ofrecían grandes recompensas si eran cazados.
Poco después, una mesera elfa se acercó a él. Tenía el cabello largo y dorado, recogido en una trenza que caía sobre su hombro. Sus ojos, de un verde intenso, brillaban con curiosidad. Se llamaba Lytha.
¿Qué te gustaría beber? Tenemos una especialidad de la casa que seguro te gustará dijo con una sonrisa amable.
Ian la observó por un momento, pensando en lo que había escuchado, y luego respondió:
Te invito una bebida si me ayudas a entender cómo puedo ganar núcleos energéticos aquí.
Lytha soltó una pequeña risa antes de responder:
Eso es fácil. Aquí hay varias formas de ganar núcleos. Puedes ir al gremio; allí se presentan todo tipo de misiones. También puedes intentar ingresar al ejército del pueblo, aunque no es para todos. O, si prefieres, puedes unirte a un equipo para cazar monstruos. Cada opción tiene sus riesgos, pero también grandes recompensas.
Ian asintió, agradecido por la información. Estaba claro que tendría que elegir su camino con cuidado, pero al menos ahora tenía algunas opciones sobre la mesa.
Ian levantó la copa y la empujó suavemente hacia Lytha, quien aceptó la bebida con una sonrisa de agradecimiento. Se notaba que era una elfa acostumbrada a tratar con todo tipo de personas, pero había algo en Ian que parecía captar su atención.
Parece que eres nuevo aquí comentó Lytha mientras tomaba un sorbo de la bebida. No muchos llegan y preguntan directamente cómo ganar núcleos energéticos. La mayoría ya viene con un plan o, al menos, con algunas conexiones.
Ian asintió, pensando en cómo responder. Aunque era cierto que era nuevo en este lugar, no quería revelar demasiado sobre su situación.
Sí, acabo de llegar. Estoy tratando de orientarme y entender cómo funcionan las cosas aquí dijo con calma, intentando mantener un aire de confianza.
Lytha lo observó con una expresión que sugería que sabía más de lo que dejaba entrever.
Bueno, no es fácil abrirse camino en Hikari-Tek, especialmente si estás solo. Este lugar no es como otros, las cosas pueden volverse complicadas rápidamente. Pero parece que tienes determinación, y eso es un buen comienzo dijo, inclinándose un poco hacia él. Si decides ir al gremio o unirte a un equipo, necesitarás algo más que fuerza o habilidades. Aquí, la información y las alianzas son tan valiosas como los núcleos mismos.
Ian entendió el mensaje. No bastaba con ser poderoso, también necesitaría astucia y buenas relaciones para sobrevivir y prosperar en este lugar.
¿Algún consejo para alguien que recién empieza? preguntó Ian, queriendo aprovechar la oportunidad de aprender más de alguien con experiencia.
Lytha se recostó ligeramente en la silla, considerando su respuesta.
Haz amigos, pero elige bien en quién confiar. Este pueblo está lleno de oportunidades, pero también de trampas. Y sobre todo, mantén tus objetivos claros. Muchos vienen aquí con grandes sueños, pero no todos recuerdan por qué vinieron en primer lugar. Aquellos que lo olvidan... no suelen durar mucho.
Su tono era suave, pero Ian captó la advertencia implícita. Este mundo, con todo su esplendor y posibilidades, también era peligroso.
Gracias, Lytha. Lo tendré en cuenta dijo Ian, dándole una mirada de aprecio.
Ella sonrió, un gesto cálido que contrastaba con la dureza del consejo que acababa de darle.
Buena suerte, Ian. Quizás nos volvamos a encontrar cuando ya estés haciendo tu propio nombre en Hikari-Tek.
Con esas palabras, Lytha se levantó, dándole una última mirada antes de atender a otro cliente.
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