章節 22: Arrebatamiento (Siniestra)
El arrebatamiento es el evento en que el Creador sacará a todos sus elegidos del cataclismo que vivirá el mundo en sus últimos días. Todos aquellos que creyeron en esa promesa de salvación y nacieron de nuevo serán arrebatados de este mundo para reunirse con su Creador, mientras que aquellos que rechazaron su palabra deberán sufrir las consecuencias de su pecado. Y todo sucederá en un abrir y cerrar de ojos.
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-¿Eso es el arrebatamiento? -preguntó Norio muy sorprendido.
-Sí. -respondió Marina. -Lo que no entiendo es por qué tu madre habría dejado esa palabra precisamente en un mensaje de texto de su cometa. Es decir, hasta donde sé, tu familia no es cristiana.
-Yo tampoco lo entiendo. -le respondió Norio algo extrañado. -Pero casi nada había tenido sentido hasta ahora, estoy seguro de que esto tiene algo que ver con Comet AR. Será mejor que vayamos al estadio y apoyar a Nanami.
Marina y Norio llegaron al estadio y vieron a Kaoru sentado en una de las gradas, así que decidieron acompañarlo. Por primera vez, cerca de ahí, veían a los tres Gran Jefe reunidos, pero como siempre, no hacían nada.
-Hay que estar atentos a cada uno de sus movimientos. -respondió Kaoru. -¿Dónde está Nanami?
-¡Ahí está! -gritó Marina, quien se levantaba de su asiento con total efusividad. -¡Nanami, tú puedes!
-¿Encontraste información sobre Hiroshi Sato, Rom? -preguntó Norio a su mascota virtual.
-No. -respondió Rom. -Es como si esa información se hubiera borrado del sistema. No es como si nunca hubiera existido, está marcada como archivo confidencial.
-Pero... siempre has podido consultar los datos de los Kiters, incluso cuando habían sido eliminados de la base de datos del juego.
-Pero con esta persona en particular que quieres que investigue, es diferente. -respondió Rom. -Solo pude consultar su ubicación, está... ¡aquí mismo!
-¿Qué? -dijo Norio sobresaltado al escuchar la respuesta de Rom.
Acto seguido, un Gran Jefe aparecía al lado de la Jinete de la Muerte, quien ya se encontraba preparada y lista para su duelo contra Nanami.
Los honores no se hicieron esperar de parte del robot que siempre anunciaba el inicio y el final del duelo.
-Me alegra que hayas aceptado mi duelo. -le dijo Muerte a Nanami.
-No tenía otra opción... No es algo que quiera hacer. -le contestó Nanami.
Nanami, en cierta medida, no estaba preparada para el duelo. Tampoco había entrenado con la misma dedicación y tiempo que el resto de sus compañeros. Pero si eso servía para ganar tiempo, estaría dispuesta a ayudar.
-¡Peleen! -gritó el réferi robot.
Muerte fue quien atacó primero, se dejó llevar por la emoción del momento y comenzó a golpear el cometa de Nanami. Esta trataba de esquivar los ataques, pero Muerte era más ágil y parecía que no iba a dejarle un espacio para defenderse.
-¡Vamos, defiéndete! -gritaba la Jinete de la Muerte tratando de animar a Nanami.
Nanami, por su lado, intentaba seguir esquivando los ataques, pero todos sus esfuerzos eran inútiles.
-¿Por qué no haces nada? -gritaba Muerte. -Solo das vergüenza.
Pero Nanami seguía enfrascada en intentar esquivar los ataques de Muerte.
-¡Nanami, por la izquierda! -gritó Norio, tratando de ayudar a Nanami para ganar el duelo.
-¡Tú cállate, machito! -gritó Muerte, provocando el susto de Norio, así como el de Marina, quienes se encontraban en las gradas.
-¡No tienes por qué gritarle así a Norio! -gritó Nanami mientras en su rostro se mostraba una ira que parecía a punto de desatarse.
-¡Se está encendiendo por dentro! -contestó Marina desde las gradas.
-No funcionará... -respondió Norio. -No puedes combatir fuego con fuego.
-No deberías dejar que un hombre te diga lo que debes de hacer... -le dijo Muerte a Nanami.
-¿Qué tiene de malo? -preguntó Nanami, quien ahora comenzaba a tener algo de ventaja en la batalla.
-¡Es un hombre! ¡Eso es lo malo! -gritó Muerte. -¡Somos superiores a ellos, por eso nos limitan!
-Ay no... -se dijo Norio a sí mismo. -Así que a esto se refería el señor Seki...
-¡Norio es amigo de Masato, por eso es mi amigo! -gritó Nanami para intentar defender a Norio.
-¡Eso que haces es buscar aprobación masculina! -le contestaba Muerte.
-¿Buscar qué cosa de qué? -preguntó Marina.
-¿Nunca has sentido que aquellos que dicen ser tus "amigos" te menosprecian? -preguntó Muerte a Nanami. -¿Que te impiden pelear en Comet AR? ¡Piénsalo, podrías ser mejor que ellos!
-Nunca me ha interesado ser mejor que ellos... -le respondió Nanami, mientras los cometas de ambas mujeres se estampaban uno con el otro.
-¿Y entonces por qué peleas? -preguntó Muerte. -¡Comet AR es un mundo injusto, donde casi no hay mujeres, únete a mí y hagamos un nuevo Comet AR donde no tengan cabida los hombres y su influencia nociva!
-¡Eso nunca! -gritó Nanami. -Comet AR es un mundo que disfrutan mis amigos, no pienso quitarles nada solo por un ideal vacío y sin sentido.
-¿Vacío y sin sentido? -preguntó Muerte. -¿Qué tiene de vacío y sin sentido buscar equidad?
-¡Eso es una estupidez! -gritó Norio. -¿Cómo la segregación tiene como propósito la equidad? ¡Nanami tiene razón, no tiene sentido!
-¡Cállate, machito! -gritó Muerte a la vez que trataba de arrojar su cometa contra un indefenso Norio en las gradas.
Pero Nanami trató de ser más ágil y pudo evitar que el cometa de Muerte se estrellara contra Norio, a cambio de perder varios puntos de vida por el fuerte impacto recibido.
-Es verdad que nuestra sociedad todavía tiene mucho por caminar... -le respondió Nanami. -Y sé perfectamente lo que tratas de decir, apenas voy en secundaria y he tenido que enfrentarme a muchos problemas... ¡pero Masato nunca me ha abandonado! ¡En las buenas y en las malas, cuando me siento bien y cuando no sabía ni siquiera lo que pasaba! ¡De hecho... Masato ha estado ahí para todos! ¡Nunca me dio la espalda cuando quise abandonar la búsqueda de Ram! ¡Defendió a Norio hasta la muerte! ¡Norio y yo somos importantes para él, no hace diferencias entre ninguno de nosotros! ¡Por eso no puedo concebir un mundo donde les quites su diversión!
-¡Maldita! -gritó Muerte cuando intentó embestir el cometa de Nanami, pero Nanami pudo, por los pelos, sortear el cometa, haciendo que Muerte estrellara el suyo en el suelo.
El réferi de Comet AR dio como ganadora inmediatamente a Nanami. Norio, Marina y Kaoru fueron corriendo hacia donde estaba Nanami en caso de que Muerte intentara hacer algo.
-¿Estás bien, Nanami? -preguntó Norio.
-Sí... -dijo Nanami. -Pero Muerte...
La Jinete de la Muerte se encontraba de rodillas, esperando su sentencia por el Gran Jefe.
-No puedo concebir un mundo donde le quites la diversión a la gente. -respondió Norio mientras se acercaba a ella. -Masato fue quien le enseñó todo lo que sabe de las Kite Wars, ha sido un gran mentor para ella... Admiro a Nanami porque, incluso sabiendo su desventaja, aceptó tu reto. Si yo estuviera en su lugar, seguramente no hubiera aceptado.
-Guerra...
-No... no me llames Guerra. -le dijo Norio. -Mi nombre es Norio, Norio Hashimoto.
-Hashimoto... ¿Por qué luchas?
-Por un Comet AR sin injusticias, donde hombres y mujeres disfruten de jugar, donde los errores que han llevado a donde estamos sean resueltos... Sé que estoy pidiendo una clase de utopía, pero creo que si sumamos esfuerzos, podemos lograrlo... Además, lo estoy haciendo en memoria de mi madre, Akane Hasedo...
-¿Akane? -preguntó Muerte. -Es verdad... Tu madre fue una inspiración para muchas de nosotras.
-Y para muchos de nosotros. -le respondió Norio. -Me enseñó que, incluso en la peor de las circunstancias, no debo dejar que nadie se aproveche de mí... Nunca había entendido eso hasta ahora, pero... ¡Creo que ahora lo comprendo todo! ¡Ella sabía que yo podía caer en las garras del Gran Jefe, por eso trató de advertirme, pero nunca me di cuenta de ello hasta ahora!
El disfraz del Jinete de la Muerte se desvaneció, mostrando a una mujer de la edad del señor Seki, con un cabello pelirrojo hasta las caderas y unos lentes pequeños que dejaban casi al descubierto su rostro y su mirada.
-¡Es verdad! -gritó Muerte. -¡El Gran Jefe solo nos utilizó para sus planes de destrucción!
El Gran Jefe se acercaba a los chicos, más especialmente a Muerte.
-Pensé que serías más lista, pero sigues siendo igual que todas las mujeres, tonta, ingenua y que no capta lo que sucede a su alrededor.
-¡Habla por ti mismo, Gran Jefe! -gritó Norio. -¿O debo decir Hiroshi Sato?
-¿Cómo sabes mi nombre? -preguntó el Gran Jefe bastante intrigado.
-Mi madre me dejó toda la evidencia sobre tu existencia... -le contestó Norio muy enojado. -¡Tú eras amigo de mi madre! ¡Ella y tú estaban intentando dar caza al Gran Jefe! ¿Por qué? ¿Por qué fingiste tu muerte? ¡No sabes lo mucho que lloró mi madre cuando desapareciste! ¡Era la única persona que se acordaba de ti!
-Si se acordara tanto de mí, se habría dado cuenta desde un principio de mis planes. -le contestó el Gran Jefe en un tono burlón. -¿Poder reescribir el presente con la muerte eterna? Era algo que no iba a dejar pasar.
De pronto, un destello color amarillo comenzó a penetrar por las ventanas del recinto virtual. Ese destello era tan fuerte que cegó a todos los presentes tanto en la cancha como en las gradas. Cuando el destello desapareció, Nanami se dio cuenta de que Norio ya no estaba con ellos.
-¿Norio? -preguntó Nanami cuando vio a su compañero de club desaparecido. -¿A dónde se fue?
-¡Tampoco está Kaoru! -gritó Marina asustada. -¡La mitad de los espectadores también desapareció! ¿Acaso es... el arrebatamiento?
-Temía que esto fuera a pasar en este momento. -respondió Muerte.
Nanami tomó su celular y comenzó a marcar varias veces a Masato. Las primeras veces no entraba la llamada, pero finalmente Masato pudo contestar.
-¡Masato! ¡Qué bueno que puedo marcarte! ¡Kaoru y Norio...!
-¡Desaparecieron! -gritaba Marina interrumpiendo la conversación entre Masato y Nanami. -¡Es el arrebatamiento! ¡El arrebatamiento!
-¿Arrebatamiento? -preguntó Masato desde el otro lado del teléfono. -¿Qué es el arrebatamiento?
-Dile a tu amigo que venga aquí y les explicaré. -les dijo Muerte.
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