PUNTO DE VISTA DE ALFA MAVERICK
—Señor, hemos recibido la inteligencia. Estos eran de hecho los pícaros que acechaban en los bosques durante tantos días —Sombra se acercó a mí, y yo caminé hacia el área donde le disparé al pícaro que iba a dispararle a Valencia.
Miré el cuerpo muerto del hombre, sus ojos abiertos con la marca del balazo en medio de su frente, lo que me hizo presionar mis labios en una línea delgada.
—Esa no es la respuesta a nuestra pregunta, ¿verdad? —miré a Sombra y a Luca, quienes miraban hacia sus pies antes de asentir.
—Entonces, ¿por qué estás parado aquí? ¿Necesito deletrear todo? —pregunté antes de agacharme y revisar los bolsillos del pícaro.
Saqué la billetera de su bolsillo y noté que el dinero todavía estaba ahí.
Claro. ¿Cómo pude olvidar? Yo le disparé.
¿Habríamos sido capaces de resolver este misterio si no hubiera interrumpido en ese momento?