Selene continuó con sus escenas, esperando en silencio que Xavier volviera pronto a casa. Siempre que terminaba de grabar, se dirigía a casa inmediatamente si no tenía nada más que hacer.
La anticipación de su llegada la mantenía en marcha durante las largas horas en el set, brindándole un pensamiento reconfortante en medio del ajetreo y el bullicio de su apretada agenda.
Justo cuando Selene estaba a punto de salir, fue llamada por Yna, su representante.
—¿Qué sucede? —preguntó Selene a Yna con preocupación en su tono. Estaban en la oficina de Yna en el edificio Dreamscape. Como había terminado sus escenas temprano, condujo hasta allí para verla.
—No pasa nada, Selene —respondió Yna.
Yna era una mujer pelirroja con el rostro redondo y una figura menuda; fácilmente podría pasar por una adolescente.