Nicklaus continuaba bromeando pero ella no le respondió.
—¿A dónde vamos de luna de miel?
Tiana se giró instantáneamente al oír sus palabras, sus ojos se abrieron de par en par.
—¿Todavía vamos? —olvidó instantáneamente que estaba enojada con él hace unos momentos.
Nicklaus soltó una carcajada.
—Sí, tan pronto como estés bien y de pie, ¿ya decidiste a dónde quieres ir?
Tiana asintió.
—Vamos a Singapur. He escuchado que tiene lugares hermosos para visitar.
—Está bien entonces, iremos tan pronto como estés bien.
Ella sonrió; como si recordara algo, sus ojos se abrieron de par en par.
—¿Dónde está mi bolsa?
Ella preguntó ahora que recordaba el regalo que le había comprado.
—Uh, la envié a casa, ¿qué pasa? ¿Quieres sacar algo de ella?
Tiana negó con la cabeza.
—No, solo me preguntaba dónde estaba, pensé que la habías dejado en el aeropuerto ya que no la he visto —no quería arruinar la diversión, así que solo le dijo eso.