Cuando salieron de la pastelería, Gu Qi miró a Qiao Nian y preguntó seriamente —¿Nos parecemos?
Qiao Nian sonrió y explicó —En realidad, esta es una frase especial que se usa para iniciar una conversación con otros. Solo escúchala. Lo que dicen no es cierto.
—Oh.
Gu Qi bajó la cabeza, inexplicablemente decepcionado.
—Está bien, ahora te llevaré de regreso a la escuela.
—Vale.
Gu Qi caminaba adelante, su expresión seria.
Al ver a Gu Qi así, Qiao Nian sintió un sentido inexplicable de soledad. Su corazón se dolía por este niño. Se acercó rápidamente y preguntó suavemente —Gu Qi, ¿quieres darme tu ADN para que pueda ayudarte a encontrar a Mamá?
Gu Qi asintió sin dudarlo —Sí.
Él le tendió la mano a Qiao Nian y preguntó seriamente —¿Necesitas sangre?
Qiao Nian miró sus manos blancas. No podía soportar cortar sus manos. Negó con la cabeza suavemente y dijo —Tus uñas y cabello servirán.
Cuando Gu Qi escuchó esto, retiró su mano.