"¿Lucien...? ¿Necesitas algo?" pregunté con voz temblorosa mientras intentaba esconder mi cuerpo más profundamente en el agua y la espuma. Consciente de que no soy la única a la que le falta ropa, Lucien estaba desnudo salvo por la toalla blanca que tiene enrollada alrededor de la cintura. Esto no es bueno, puede que él no esté pensando nada parecido, pero yo empiezo a sentirme...
Su cuerpo es hermoso, su piel blanca y suave como el mármol. Todo su cuerpo musculoso y firme, sus bíceps, su pecho, sus abdominales. El vello comienza en la base de su estómago y desciende hasta...
Nuestros ojos seguían fijos y el silencio flotaba en el aire.
"Yo sí -respondió finalmente Lucien mientras se acercaba lentamente a la bañera-. Cada vez está más cerca.
¿Qué va a hacer? me preguntaba.