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50.29% El asesino legendario reencarna / Chapter 86: Capitulo 86 Confusión mental [ 1 ]

章節 86: Capitulo 86 Confusión mental [ 1 ]

—Punto de vista de Luna Hazard.

Los sentimientos... ¿Qué son realmente los sentimientos y las emociones? Las personas suelen experimentar una variedad de emociones, cada una única y personal, pero también, cada una enigmática a su manera.

Los sentimientos hacia alguien en particular pueden ser intensos, profundos, y en la mayoría de los casos, esos sentimientos terminan uniéndolos. Pero, ¿qué sucede cuando esos sentimientos crecen más allá de lo esperado?

La mayoría de las veces se cree que el amor, la atracción o el afecto llevan a las personas a estar juntas.

Sin embargo, hay ocasiones en que estos sentimientos tienen un propósito oculto, uno que va más allá de lo visible.

¿Quién puede juzgar los sentimientos? Nadie, o al menos eso se cree. Pero, ¿qué ocurre cuando alguien posee un lado oscuro, uno que va en contra de lo común?

Un asesino, un villano, un psicópata... seres que esconden tras sus máscaras una segunda faceta de sus emociones y pensamientos.

No son ajenos a los sentimientos, pero los utilizan de formas que la mayoría no comprendería.

Sentimientos como el amor, que para muchos es algo que ocurre naturalmente, para ellos puede ser una herramienta, una manipulación, un propósito diferente.

Las personas suelen experimentar el amor, el enamoramiento a primera vista o el que crece con el tiempo.

Sin embargo, hay quienes se vuelven locos por el amor, dejando que esa emoción los consuma.

El amor, aunque complejo, es una emoción que todos, en algún momento, enfrentan.

Pero, ¿qué pasa con aquellos que no lo sienten? Aquellos que, por alguna razón, parecen estar desconectados de las emociones que otros consideran naturales.

Algunos no experimentan la felicidad, otros no conocen la alegría, y hay quienes siempre anhelaron una vida mejor, solo para descubrir que su destino les negaba esa posibilidad.

La vida puede ser cruel, y en su crueldad deja marcas profundas en aquellos que no encuentran en ella la paz que buscan.

Un ejemplo de esto sería Asher, un asesino en su vida anterior. Alguien que no conoció la felicidad, que no experimentó la dicha de sentir, y cuya vida estuvo marcada por la ausencia de emociones.

Las emociones son, sin duda, complejas, y aunque todos lo saben, pocos logran dominarlas. Y en manos equivocadas, pueden convertirse en herramientas para controlar a otros.

Aun así, el amor a primera vista es una emoción única, diferente a cualquier otra. No es la única emoción que destaca, pero sin duda es una de las más complejas. Y Luna lo sabía.

Sabía que el amor eventualmente llegaría a su vida, pero la incertidumbre de cuándo y cómo se presentaría la inquietaba.

Para Luna, las emociones eran difíciles de entender, un enigma que la desafiaba constantemente. Aunque la alegría y la felicidad las experimentaba a diario, no podía evitar preguntarse cómo sería enfrentarse al amor.

Y esa pregunta la acompañaba, día tras día, mientras intentaba descifrar las complejidades de su propio corazón.

Su corazón, desde aquel día, latía mucho más fuerte; era diferente de entonces, pero ahora era más evidente; ciertamente, ese sentimiento le estaba llegando.

Aunque lentamente, le estaba llegando.

Entonces, ¿qué hará ella cuando ese sentimiento llegue? ¿Tendría que confesarse o no?

Simplemente, era difícil decirlo, pero tenía que enfrentar la realidad, y su cabeza estaba llena de puros pensamientos.

Se supone que es Gloriana la enamorada, entonces, ¿por qué ella se está poniendo así igual que su mejor amiga?

Gloriana, por otra parte, evita demostrarlo, pero, conociendo muy bien a Gloriana, Luna sabía que ella estaba perdida en sentimientos de enamoramiento, y su corazón latía cuando miraba a Asher.

Todo era claro desde la perspectiva de Luna, y ella podía ver las emociones de Gloriana.

Ella no se preocupaba si se enamoraba de alguien, pero no quería que esto sucediera con Asher.

Eso se debía a que su mejor amiga estaba enamorada de Asher, y por supuesto, como su mejor amiga y casi hermana de Gloriana, y por todos los años que las dos habían pasado juntas, Luna no le quitaría a la persona que le gustaba a su mejor amiga. Eso sería como quitarle un dulce a un bebé.

Sin embargo, esas emociones se volvían cada vez más intensas.

Antes, podía ignorarlas, dejar que se desvanecieran en la niebla de su mente. Desde que llegó a la academia, esas emociones nunca habían sido lo suficientemente fuertes como para preocuparla, pero siempre habían estado ahí, latentes, como una sombra persistente.

Ahora, esas emociones no solo estaban presentes, sino que parecían ganar fuerza con cada día que pasaba.

Era como si un torrente invisible empezara a desbordarse dentro de ella, y aunque trataba de mantenerlas bajo control, sabía que estaba perdiendo la batalla. Luna sentía cómo su fachada comenzaba a resquebrajarse, cada vez más difícil de mantener.

Las emociones, tan poderosas, eran evidentes en su expresión, y Asher seguramente lo notaba.

Luna levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los profundos ojos rojos de Asher. Había algo en esa mirada que la inquietaba, como si él pudiera ver más allá de la superficie, hasta el torbellino de emociones que ella intentaba ocultar.

"Debe de estar preocupado, pensando que estoy enferma o algo por el estilo", se dijo a sí misma, intentando racionalizar lo que sentía.

Pero en realidad, era algo completamente diferente.

"No puedo controlar mis emociones... Entonces, estoy realmente..."

Intentó negarlo, convencerse de que todo estaba bajo control, pero la verdad era que esas emociones amenazaban con salir a la superficie en cualquier momento.

Luna sentía que pronto podría desbordarse, que todo lo que pensaba y sentía se derramaría frente a Asher, revelando aquello que ella aún no estaba lista para enfrentar.

Sorbo, sorbo, sorbo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un sorbo. Asher había bebido de su taza de café, y el sonido que provocó la devolvió a la realidad. Luna lo miró, y sin poder evitarlo, frunció ligeramente el ceño, pero no tan profundamente.

"Idiota... Estoy aquí, pensando en ti, y ni siquiera te molestas en preguntar qué me pasa", pensó, sintiendo una mezcla de frustración.

Ella sabía, desde el primer día en la academia, que Asher era adicto al café. Era un pequeño detalle que había notado en él, una de esas cosas que parecen insignificantes, pero que se graban en la memoria cuando alguien empieza a importarte más de lo que deberías admitir.

Habían pasado cuatro semanas desde que ingresaron a la academia, y el lunes comenzarían las verdaderas clases, aquellas en las que los profesores finalmente enseñarían lo que realmente importaba.

El tiempo avanzaba, y con él, las emociones de Luna seguían creciendo, incontrolables, arrastrándola hacia un camino del que no sabía si podría volver. Todo lo que sentía por Asher estaba ahí, a punto de estallar, y aunque intentaba ocultarlo, sabía que pronto no podría seguir negando lo que estaba ocurriendo en su corazón.

"Haa..."

Finalmente se había calmado, aunque sus pensamientos seguían ahí, por supuesto, y no los podía evitar, porque eran fuertes y podrían salir en cualquier momento.

"Haa... Bien, entonces..."

Su pensamiento fue interrumpido cuando cierta figura apareció a la vista.

Con su largo y sedoso cabello plateado que caía por su espalda, sus intensos ojos rojos y su hermoso rostro, incluso Luna podía decir que Gloriana era más bella que ella misma.

Gloriana entonces se acercó y saludó, pero, por supuesto, su voz sonó bastante débil.

"H—Hola..."

Un pensamiento llegó a la cabeza de Luna.

"Ella realmente cambió su actitud cuando miró a Asher".

Mientras Gloriana se acercaba a Luna, parecía que no había visto a Asher y, por lo tanto, de pronto cambió su tono de voz a uno bastante tímido y nervioso.

Luna lo supo de inmediato y, por lo tanto, habló.

"Siéntate."

Gloriana se sentó rápidamente, su mirada estaba fija en la mesa y su largo cabello medio ocultaba su rostro, escondiendo la expresión que estaba haciendo.

Entonces Luna le levantó el cabello para ver su rostro, y sus miradas se encontraron.

"..."

"..."

Ciertamente, lo que Luna vio hizo que una reacción graciosa intentara salir, sin embargo, no lo hizo.

Eso habría hecho que Gloriana saliera corriendo, avergonzada.

Pero fue entonces cuando una idea le llegó a Luna.

"Si hago que estos dos estén saliendo, entonces podría dejar mis pensamientos hacia Asher y, además, ayudaría a Gloriana a conquistar a Asher."

Fue realmente una gran idea la que se le ocurrió a Luna.

Pero ahora venía lo siguiente:

¿Cómo haría para cumplir ese objetivo?

"Si no lo hago rápido, entonces... me enamoraré de él."

Ella no quería tener sentimientos por Asher, no es que no le agradara o no le gustara, sino porque su amiga está enamorada de Asher, y, por lo tanto, Luna no podría imaginarse ver a Gloriana si ella estuviera junto con Asher.

Ciertamente sería un fuerte impacto entre las dos.

"Por cierto, ¿por qué no están entrenando?"

"…"

Una vena de irritación ante las palabras de Asher apareció en Luna.

Ella se enojó y lo miró fijamente con el ceño fruncido.

¿Acaso él no se da cuenta de nada?

"Este imbécil…"

No importa qué tan guapo, agradable o el tipo ideal que dejara loca de amor a Luna, Asher tiene esa parte de no darse cuenta de los sentimientos de una mujer hacia él.

Era como leer un libro de romance donde el protagonista es realmente idiota ante los sentimientos de una chica hacia él.

Esto hizo que Luna frunciera aún más el ceño.

Dejando de lado eso, su mirada se fijó en Gloriana.

"…"

Igualmente, frunció el ceño.

Estos dos... ciertamente son iguales.

Sin embargo, no los podía culpar.

"Definitivamente, si los dos fueran novios, quizás no tendría estos sentimientos."

Aunque era una idea bastante realista en cierto modo, Luna no pudo evitar pensar en su viabilidad.

"Hoy es sábado, prefiero disfrutarlo en lugar de entrenar," respondió Luna a la pregunta de Asher.

"Yo... igual," añadió Gloriana, un poco vacilante.

Sorbo.

"…"

Luna miró a Asher con la mirada perdida.

"Oye... ¿Realmente es tan delicioso el café?" preguntó, algo incrédula.

"…"

"Sí, me gusta mucho," respondió Asher, sin mucho más que añadir.

"Esto es increíble," pensó Luna.

"¿Por qué lo dices? Suelo beber café todos los días," continuó Asher, con total naturalidad.

"…"

Luna quedó sin palabras.

El idiota frente a ella, realmente es un gran amante del café.

Es ciertamente un hobby ser un gran amante del café, y de hecho, conocía a alguien que también tenía un hobby peculiar: Oriana, que solía comer dulces de menta todos los días y a cada rato.

"Porque estos dos tenían un hobby... Aunque no era lo mismo, ambos tenían un gusto por algo que los hacía consumirlo todos los días," pensó Luna, reflexionando sobre las similitudes entre Oriana y Asher. A Oriana le gusta la menta, y a Asher le gusta el café. Por supuesto, también está Julián; él también comparte el gusto por el café.

Pero era raro no ver a Julián en la cafetería. Si Asher estaba aquí, entonces Julián también debería estarlo.

Sin embargo, eso no le importó a Luna en ese momento. Estaba más concentrada en su plan.

Ella miró a Gloriana y decidió que era el momento perfecto para comenzar con su estrategia de juntar a los dos.

"¿Les gustaría ir de paseo?" preguntó Luna, con un tono casual.

"…"

"…"

Asher la miró confundido, mientras que Gloriana la miró fijamente, su rostro claramente expresando: "¿Qué estás haciendo?" Luna notó la reacción de su amiga y entonces sonrió.

"…"

Gloriana vio la sonrisa de Luna y, por supuesto, entendió lo que significaba. Sabía exactamente por qué Luna quería dar un paseo.

"¿Por qué?" preguntó Asher, claramente desconcertado.

"…"

Luna lo miró fijamente y respondió, "Porque no hay nada que hacer y estoy aburrida."

"Está bien... Las acompaño," aceptó Asher, aunque seguía sin entender del todo.

Luna luego se giró hacia Gloriana.

"Vendrás, ¿verdad?"

"…"

Gloriana le devolvió la mirada, pero la sonrisa en el rostro de Luna la hizo sentir acorralada.

"N-No... Creo que..." intentó excusarse Gloriana.

Sin embargo, antes de que Gloriana pudiera negarse, Luna habló rápidamente, evitando que su amiga se retractara.

"Bien entonces, nos vamos los tres."

Sin importar lo que Gloriana intentara, Luna la dejó sin opciones, obligándola a seguir adelante con su plan.

Por otro lado, Asher ni siquiera había notado todo lo que estaba sucediendo y mucho menos el plan que Luna estaba urdiendo.

Pero, por supuesto, Gloriana sabía muy bien lo que Luna intentaba hacer. No quería apresurarse en esto, todavía no estaba segura de sí misma, pero Luna estaba siendo un gran problema.

Los tres se levantaron de sus asientos y salieron de la cafetería.

Mientras caminaban por los senderos del campus, rodeados de las increíbles vistas y decoraciones, el sol brillaba intensamente ya que eran las diez de la mañana, un momento agradable.

"No creen que es lindo," comentó Luna, tratando de iniciar una conversación.

"…"

"…"

Asher, que estaba en medio de Luna y Gloriana, la miró confundido.

"Todos los días son así."

"…"

Ella definitivamente lo golpearía si dijera algo estúpido nuevamente, pero trató de calmarse y entonces volvió a hablar.

"Saben, a veces los pájaros suelen tener parejas en estos días. ¿No es increíble ver a una pareja de pájaros?"

"…"

Gloriana se encogió de hombros al darse cuenta de lo que Luna trataba.

"¿Y eso qué tiene…?"

Clac.

Con el ceño fruncido, Luna golpeó a Asher en la cabeza.

"Oye… ¿Por qué…?"

"Porque te lo mereces, idiota."

"…"

Sin embargo, Asher no entendió nada de lo sucedido y simplemente se quedó callado. Sabía que, si hablaba una vez más, un buen golpe llegaría a él nuevamente…


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