—No mucho después, Zhang Yong'an llegó, bastante confundido sobre por qué había sido convocado a la oficina del director. Nunca había puesto un pie aquí desde que llegó a esta escuela. Aquellos que venían aquí o habían cometido un grave error o habían logrado algún logro digno de mérito. En cuanto a él, no tenía nada especial. Era solo un estudiante ordinario, viviendo una vida típica. Sus notas eran promedio, inclinándose hacia el extremo inferior. Por todos los medios, un estudiante como él nunca debería llamar la atención del director.
Cuando entró nervioso en la habitación, vio a sus padres y algunos oficiales de policía. La vista hizo que su cuero cabelludo hormigueara de inquietud.
—Yong'an...—su madre lo llamó apresuradamente. A medida que Zhang Yong'an se acercaba a ellos, su corazón latía fuertemente en su pecho, sin tener idea de lo que había sucedido.
—Mamá, ¿qué te trae por aquí? —preguntó en voz baja a su madre.