Pero también estoy yo.
Tang Yuxin había escuchado muchas declaraciones de amor antes, en su vida pasada, Zhang Yong'an había proclamado su amor demasiadas veces. Pero ella podía traducir sus "te amos" como "eres una tonta por amarme".
Ahora, al escuchar las palabras —Todavía estoy aquí para ti—, le impactaban más profundamente que mil declaraciones de amor. Algo se removía dentro de ella, incluso en su endurecido corazón, sentía como si algo estuviera rompiéndose sutílmente.
Realmente es una buena persona.
Si pudiera, ¿por qué no intentarlo? Este mundo no solo está lleno de buenas mujeres, también hay buenos hombres ahí fuera.
En su vida pasada, solo tuvo la mala suerte de no cruzarse con ninguno.
Pero en esta vida, creía que su suerte no sería tan terrible.