—Shen Yuansong le dio unas palmaditas en el hombro —No me equivoqué contigo, en verdad eres muy inteligente.
Shen Bijun en la mesa del banquete no escuchó su conversación, pero podía adivinar más o menos de qué estaban hablando. Sentada en el sofá del salón del banquete, en ese momento, su entorno se oscureció.
Giró la cabeza y vio a Shen Jiayi mirándola con una cara fría —Ahijada... eh, otros a lo más reconocerían a una ahijada, pero nunca pensé que tú lograrías que mi abuelo te reconociera como su nieta ahijada. Aun así, ¿cómo eso se compara? ¡Nunca serás como yo, la de sangre relacionada!
—¿De sangre relacionada? —respondió con calma Shen Bijun.
—... —Shen Jiayi se atragantó, luego gritó con enojo—. ¡Al menos compartimos la misma sangre, pero tú no! No pienses que solo porque mi abuelo te reconoció como su nieta ahijada, ahora eres una hija de los Shen. Déjame decirte, incluso si ambas llevamos el apellido Shen, nuestro estatus no es el mismo. ¡Nunca me superarás!