Sally miró en dirección al sonido.
Un hombre de apariencia exótica con cabello vino-tinto, que recordaba a llamas rizadas, emergió desde dentro del palacio.
Sally, al verlo, recordó algo.
Fue en el Mundo Bestial, cuando la Posada de Wanfang acababa de ser adquirida y antes de que fuera renovada y reabierta, llegó un huésped.
Era este hombre.
Ella recordó que se llamaba a sí mismo Pájaro Negro, un nombre raro, razón por la cual aún lo recordaba.
Qiar Shar miró atrás al templo divino arruinado, sus ojos rebosantes de emoción.
—Con esto, incluso conquistar el Mundo Bestial es solo cuestión de tiempo. Zi Qi, solo espera para arrodillarte y someterte —dijo, sin poder contener su risita ante la deliciosa escena en su mente.
Los ojos de Sally relampaguearon con una fría intención asesina cuando le oyó mencionar a Zi Qi.
Desde lejos, un miembro del Clan Demonio se apresuró a llegar.