Como el elemento culminante de la subasta de hoy, la aparición de la Hierba de la Resurrección hizo que el lugar se agitara inmediatamente, y muchos comerciantes adinerados estaban ansiosos por probar.
El presentador tomó la palabra.
—A continuación, subastaremos la última pieza de colección de hoy, ¡la Hierba de la Resurrección!
—La oferta inicial, ¡quince millones!
—¡Ahora, que comience la puja!
Tan pronto como se pronunciaron estas palabras, fue como si se hubiera dado la señal de carga.
Un comerciante rico levantó su cartel, justo cuando iba a ofertar dieciséis millones.
Sin embargo, antes de que pudiera pronunciar las palabras, una voz ya había sonado de manera preventiva.
—¡Cien millones!
¡Boom!
Este número fue como una bomba pesada, ¡sacudiendo instantáneamente todo el lugar en un frenesí total!
Todo el mundo quedó completamente impactado, con caras de confusión.
¿De diez millones a cien millones directamente?!
Esto... ¡esto era demasiado exagerado, ¿verdad?!