Punto de vista: Leonardo Leonez
La noche estrellada se podía apreciar atreves de las ventanas, solo las velas en los candelabros iluminaban la habitación mientras el médico terminaba de vender mi brazo izquierdo.
En la habitación solo estábamos mi padre, Carlos, el médico y yo, una vez el médico terminó de vender, mi brazo se levantó y miró a mi padre que estaba sentado en el sillón.
"La herida no es grave, se curará en poco tiempo, y ya limpié su herida para evitar cualquier infección", dijo el médico.
"Gracias doctor, lamento molestarlo a esta hora tan tardía", habló mi padre.
"No es ninguna molestia Don Pedro, cualquier cosa que necesite no dude en llamarme, pero sin duda es muy tarde, por lo que si no hay otro asunto que requiera mi atención me gustaría retirarme a mi casa a descansar" dijo
"¿Los demás están bien? ¿Nadie más resulto herido?" pregunte.
"No ninguno está herido, fuiste el único que resultó herido, que lamentable" respondió Carlos con burla.
"También fui el único que se enfrentó a alguien con entrenamiento y experiencia", dije, intentando defenderme.
"Cállense los dos, doctor por favor vaya a la entrada José ya le ha preparado un carruaje que lo llevara a su casa" hablo mi padre con voz solemne.
El médico hizo una reverencia antes de salir por la puerta, Carlos cerró la puerta y se acercó a nosotros.
"Carlos organiza a algunos hombres y busca al fugitivo, tráelo vivo si es posible, ya he avisado a las autoridades no te preocupes" mi padre giro a ver a Carlos antes de Ordenarle luego volvió su mirada hacia mí.
"Tu Leonardo a partir de hoy hasta el baile del virrey tienes prohibido esforzarte, debes descansar y curarte para estar listo, saldremos dentro de unos días"
Cuando termino mi padre se levantó y salió de la habitación, pero Carlos aún se mantuvo en la habitación mirándome, luego se acercó a mí y se detuvo a un metro de mí.
"¿Cómo te sientes? ¿estás bien?", preguntó Carlos mirándome con ojos serios.
"¿A qué te refieres?" pregunte confundido.
"Acabas de matar por primera vez a un humano ¿Cómo te sientes?" volvió a preguntar Carlos.
Entonces lo comprendí, está fue la primera vez que mate a un hombre, sin embargo, ahora que lo pienso lo hice totalmente natural como si estuviera acostumbrado, y eso se debe a mi vida pasada.
Después de todo este tiempo, he estado teniendo muchos sueños donde he revivido esas experiencias tanto física como emocionalmente, incluyendo las de la vida militar donde eliminaba a criminales.
Pero sinceramente me sentía agradecido por esas experiencias, ya que gracias a eso pude eliminar sin dudar a esos hombres que buscaban hacernos daño a mí y a mis amigos.
"Hice lo que era necesario" le dije a Carlos con seriedad.
El me miro antes de asentir.
"Bien, entonces me retiro tengo una cacería que hacer" dijo Carlos antes de salir de la habitación, dejándome solo.
Pero mientras estaba contemplando mi insensibilidad al quitar una vida, pensé algo, Ana mató a más personas que yo el día de hoy, a diferencia de mí Ana no tiene experiencia previa en haber quitado vidas, hoy fue la primera vez que mató a alguien ¿ella está bien?
Entonces considere ir a comprobar si Ana estaba bien, por lo que me levante y me puse mi saco, pero entonces la puerta se abrió y entro mi hermana menor corriendo en mi dirección antes de saltar sobre mi pecho.
Rápidamente la sostuve para que no se cayera, pero aún me dolió el impacto Lucia enterró su cabeza en mi pecho mientras la sostenía, desvié la mirada para ver como Elena también entraba en la habitación con una sonrisa cálida.
"¿Hermano estas bien? hermana me dijo que estabas lastimado" Lucia levanto su rostro mirándome y me pregunto.
Mi hermana era demasiado adorable por lo que la abrace fuertemente antes de comenzar a girar provocando que Lucia se riera.
"No te preocupes pequeña hará falta mucho más para hacerme un rasguño" le dije.
La solté en el suelo después de todas las vueltas y ella me abrazo, acaricie sus rizos dorados antes de dirigir mi atención a Elena.
"¿Te reuniste con los demás en el salón?" le pregunté a lo que ella asintió y volví a preguntar "¿Todos están bien?"
"Todos están bien, sim embargo parece que Mateo y Ana se ven tensos y distraídos" después de un tiempo Elena hablo.
Como pensé parece que algo afecta a Ana, sin embargo, parece que también tendré que encargarme de Mateo.
"Bien, entonces iré a ver cómo están" le dije a Elena.
"¿No vas a jugar conmigo?" pregunto Lucia a mi lado mientras me abrazaba con más fuerza.
"No puedo ahora pequeña, pero ¿qué tal si antes de que te duermas te cuento una historia para dormir?" dije mirando a esta adorable criatura.
Entonces Lucia me soltó con una sonrisa feliz antes de salir corriendo para salir de la habitación, al girar vi a Elena con una sonrisa cálida y orgullosa antes de caminar en dirección de la puerta para perseguir a Lucia.
"No deberías enseñarle a manipular a los demás" le dije con una voz resignada.
"Es mejor si le enseño de una vez" dijo deteniéndose en la puerta "si vas a buscar a la señorita Ana ella está en el patio debajo del árbol"
Después de decir eso Elena finalmente salió de la habitación persiguiendo a Lucia, y yo empecé a caminar por los pasillos de la hacienda hasta que llegué al patio donde contemplé el gran árbol en el medio, y debajo estaba Ana sentada mirando al cielo.
Ella parecía perdida en sus pensamientos porque no me noto hasta que la llame.
Ella se sobresaltó, pero luego me vio y bajo la mirada y escuche un débil susurro
Me senté justo a su lado, la luna era brillante en el cielo, pero no alcanzaba a penetrar el denso follaje del árbol, lo que nos proporcionaba un refugio sombrío, era tan tranquilo que simplemente nos quedamos en silencio por un minuto.
"¿Ana cómo te sientes? ¿Estas bien? respecto a lo de hoy... " pregunte suavemente rompiendo el silencio.
Ana se estremeció ligeramente antes de mirarme a los ojos, pero rápidamente desvío la mirada.
"Estoy bien, Leonardo no te preocupes por mí" dijo Ana.
"No Ana, por favor no me mientas, ...no a mi" dije suavemente con un tono dolido.
Ella giro su rostro y volvió a verme a los ojos, y entonces sus ojos marrones comenzaron a brillar por las lágrimas, rápidamente me acerque y la abrace, ella se sorprendió, pero luego me devolvió el abrazo y enterró su rostro en mi cuello.
Permanecimos bajo ese árbol en la oscuridad sentados simplemente abrazándonos, podía sentir al inicio sus lágrimas en mi cuello, pero después de unos minutos ella dejo de llorar, entonces se retiró de nuestro abrazo y miro en otra dirección.
"Yo lo... siento" dijo Ana.
"No te preocupes, yo estaré aquí para ti"
Ella miro en otra dirección y no podía saber que estaba pensando, pero simplemente me quede junto a ella en silencio.
"Me siento... mal, me siento como si me hubiera convertido en un monstruo, que ya he cruzado una línea terrible" ella finalmente hablo con una voz temblorosa " me siento como si ya no fuera capaz de ser la misma de antes"
Me sentí muy mal por lo devastada que sonaba, mi corazón latía con tristeza y empatía, entonces tomé su mano, lo que ocasiono que ella volteara a verme y yo comencé a hablar para consolarla.
"No tienes por qué sentirte mal, Ana lo que hiciste fue algo increíble, lo que hiciste lo hiciste para proteger a tu hermana y a nosotros, deberías estar orgullosa de ti como yo lo estoy" le dije con suavidad, pero con convicción.
Pero ella solo volvió a voltear a otro lado, pero apretó mi mano con fuerza y escuché su voz nuevamente.
"No me siento mal por lo que hice Leonardo, sino por cómo me sentí en ese momento" ella dijo.
Mi mente se detuvo por un momento sin comprender del todo lo que dijo, sentí como si estuviéramos hablando de dos temas totalmente diferentes, por eso decidí ser directo para comprender a Ana.
"¿Cómo te sentiste? ¿y porque te sientes mal por ello?" Pregunte.
"Yo... yo... me siento mal, porque... disfruté cuando maté a esos hombres" ella dijo antes de girar mirándome a los ojos ella continuo "disfruté acabar con ellos para proteger a Sofia y a los demás, y eso me aterra ¿y si me gusta demasiado? ¿y si me convierto en alguien que disfruta matar?"
Me sorprendió, ella miraba mi rostro en busca de mi repuesta o quizá esperaba que mostrara desprecio o asco, pero solo solté un suspiro antes de sonreír cálidamente.
"Ana eso es totalmente normal o al menos eso creo porque yo sentí lo mismo" le dije y vi cómo se había sorprendido, pero continue "a mí me gusta ver como aquellos que amenazan a los que me importan mueren, sinceramente a nadie le importa, además en el futuro lamentablemente tendremos que pelear varias veces más y matar a más gente, lo importante es controlarlo y no matar inocentes para que no se te vuelva fácil matar a gente inocente"
Ella se quedó en silencio mirándome antes de bajar la mirada probablemente contemplando lo que dije, la escuché susurra "controlarlo" antes de volver a mirarme.
"¿Lo controlaremos juntos?" pregunto ella.
"Claro que sí, además falta mucho para eso para entonces podremos controlarlo" le dije con voz suave
Los hombros de Ana se relajaron como si hubiera estado muy tensa cargando con mucho en su interior, entonces suspiro y se relajó recargándose en el árbol junto a mí.
"Entonces confiare en ti y estaré a tu cuidado" ella dijo con una sonrisa.
Estábamos sentados en el suelo, mi hombro junto al suyo mientras sostenía su mano, cuando la luna logro iluminar tenuemente bajo el árbol, y gracias a eso pude apreciar esa sonrisa en su rostro.
Mi mente se quedó en blanco y me pareció que el tiempo se detuvo, y entonces algo surgió dentro de mí, un instinto al cual no pude resistirme.
Me acerqué a ella, y antes de que pudiera reaccionar, le robé un beso, fue solo un fugaz y casto beso que duro solo unos segundos, y luego me retire, Ana se sorprendió con sus ojos abiertos de par en par.
Sin embargo, no pude evitar sentir que no era suficiente y que el calor de sus labios lentamente se extinguía, por lo que me volví a acercar a Ana, solo pude ver como Ana cerro los ojos antes de que nuestros labios se conectaran en un beso.
Esta vez el beso debió durar cerca de un minuto, pero cuando terminamos, Ana se separó de mí bruscamente, me empujo con ambas manos al suelo y salió corriendo en dirección a su casa.
Solamente me quedé aturdido por un tiempo, con el sabor de sus labios aun en mi boca, no entendí porque había huido ¿acaso besaba mal? ¿me apestaba la boca? por si acaso comprobé mi aliento y parece que no era eso.
Supongo que mañana podré preguntarle, empecé a caminar en dirección a mi siguiente tarea, al llegar al salón estaban Gabriel, María, Sofia, Mateo y Elena, mi mirada paso directamente a Mateo que según mi hermana también le pasaba algo, pero lo que vi no podía contarlo como estar triste o decaído.
Mateo estaba en el espacio libre haciendo ejercicio como loco con las pesas que mandé a hacer con mi padre, después de verlo sentí que no debía hacer nada de momento.
"¿Paso algo bueno?" pregunto Elena que estaba sentada junto a la puerta.
"¿Porque preguntas?" le dije confundido.
"Estas sonriendo como un idiota como si hubieras encontrado un tesoro oculto o una chica linda" hablo Elena entrecerrando los ojos.
"Estoy cansado me voy a dormir" decidí no contestar o Elena sabría que algo pasa, me di la vuelta para irme, pero me detuvo mi hermana.
"No olvides lo que le prometiste a Lucia, ella está a punto de dormirse, así que ve a cumplir tu promesa" dijo Elena, no la podía ver por qué le había dado la espalda, pero sabía que tendría una sonrisa burlona en su rostro.
Así que en lugar de mi habitación camine hacia la de Lucia, mañana y estos próximos días serán difíciles ya que debo preparar mis cosas para ir al baile, recuperarme y hablar con Ana, con un suspiro me prepare mentalmente.