Después de estar con mi padre, llegué a dónde todos me esperaban, y ahí estaban Mateo, Ana, Gabriel, Sofía, María y mi hermana Elena, mi hermana seguro solo estaba aquí para molestar, pero no me importó.
"Hasta que llegas, pensé que nunca llegarías" exclamó con una sonrisa Mateo.
"Quería darte tiempo de saludar a la anciana de tu novia, andando ya perdimos mucho tiempo" respondí y empecé a caminar antes de darle tiempo a Mateo de contratacar.
Mientras caminaba al salón de baile todos me siguieron, trataron de preguntarme a dónde íbamos pero les dije que era una sorpresa.
Al llegar al salón abrí la puerta, permitiendo a todos entrar era un amplio salón de unos 20 metros de lado a lado, este era el viejo salón de baile de la hacienda, el nuevo era más grande que esté, apesar de que ya no se usa mi madre nunca permitiría que tenga polvo, por lo que ordena que lo limpien regularmente.
"Este es el viejo salón de baile, si nuestro padre se entera de que lo usaste se enojara" dijo Elena mirándome preocupada.
"No te preocupes, obtuve su permiso para usarlo de ahora en adelante, ahora escuchen como les dije algo muy malo está por pasar, y necesitamos prepararnos, y yo los ayudaré a prepararnos, pero déjenme advertirles no será un camino fácil, pero les prometo que si me siguen, podremos protegernos e incluso sobresalir entre los demás, así que quien quiera seguirme que de dos pasos al frente"
Cuando termine de hablar, Gabriel y Ana fueron los primeros en dar un pasó al frente sin dudar, seguidos de Mateo, Sofía y María, después Elena que estaba observando también dio un pasó al frente.
"No sé de qué se trata esto pero eres muy convincente, así que podría seguirte hermanito" dijo Elena con una sonrisa.
Me sentí tan avergonzado cuando termino de hablar, pero lo ignoré.
"Bien, ahora haremos un voto de silencio, nada de lo que hagamos aquí se divulgara bajo pena de muerte"
Todos parecieron sorprenderse y asustarse un poco, pero esto era así de serio, pero entonces note que Ana no parecía sorprendida o asustada.
"Juró que no diré nada de lo que hagamos aquí o de lo que me enseñes" dijo Ana con una mirada solemne.
Después de ella, Mateo dijo lo mismo, y después uno a uno todos lo dijeron incluso mi hermana.
"Bien, todos los días cuando lleguemos aquí, primero estudiaremos, empezaremos por lo básico y iremos subiendo de nivel, después de eso les enseñaré a pelear a mano, una vez que yo aprenda esgrima se los enseñaré, y finalmente haremos ejercicio. las chicas deberán usar pantalones para hacer ejercicio no pod..."
"¡Que! ¿debemos usar pantalones? eso va en contra de todas mis clases de etiqueta" me interrumpió mi hermana "Lo siento, yo abandono hermano, pero no te preocupes no le contaré a nadie"
"Esta bien, alguna chica más está en contra, recuerde que solo usarán pantalones dentro de esta habitación y nadie fuera de nosotros las vera"
Ana, Sofía y Ana parecían decididas a seguir, después de acordar los horarios para hacer todo, hice una lista de lo que necesitabamos, escritorios algunas mesas, pesas, uniformes para entrenar un pizarrón y algunas espadas de madera, claro todo eso se lo pediría a mi padre pero sabía que aceptaría. Todos estuvieron de acuerdo en llamar al salón la "Fortaleza León"
"Bien, empezaremos nuestra actividades en la Fortaleza León mañana, así que pueden retirarse todos" dije para finalizar la reunión.
Todos parecieron irse menos mi hermana Elena, ella espero a que todos se fueran antes de hablar.
"¿Que está pasando Leo?" Dijo ella con una mirada sería" primero padre, luego madre y ahora tu, algo está pasando todos se comportan raro y nada me dice nada ¿Que está pasando Leo?"
Ví la mirada sería que tenía Elena, pero ella a diferencia de padre no puede ocultarlo bien, en el fondo de esa cara sería ella está preocupada, y eso me dificulta decirle una mentira, por lo que tome sus manos y nos sentamos en unas sillas que estaban cerca.
"Esta bien te platicaré..."
Le conté lo mismo que a mis padres, como mi padre y yo nos preparamos para toda eventualidad, le dije que no debía preocuparse y que nos dejara todo a nosotros, pero ella se puso furiosa y se levanto.
"¿Esperas que después de saberlo simplemente los deje arriesgarse, mientras me protegen?" Dijo antes de abofetearme y luego abrazarme "¡no lo haré! los ayudaré, yo también me esforzaré no permitiré que lo hagan solos"
Después de un minuto abrazándonos ella se apartó, y se alejo mientras decía.
"Ya lo verás yo también me esforzaré"
Sin duda mi hermana es muy sobreprotectora, pero no hay duda en cuanto la aprecio, después de que todos se fueron fuí a buscar a mi padre para pedirle lo que necesitaba, cuando lo encontré en la sala estaba con un hombre delgado de pelo negro, sin duda la palabra con la que lo describiría sería "erudito", al notarme mi padre me dijo que me acercara.
"Leonardo, te presentaré este hombre es Manuel, el hombre que dirigirá nuestro periódico en Guadalajara, Manuel el es mi hijo, y heredero, es muy el será tu jefe directo y te dirá que dirección tomara el periódico, tienen mucho de que hablar así que los dejo"
Manuel estaba sorprendido, lo podía saber por su expresión pero no me importo y me senté frente a el, sabía que está era una prueba de mi padre, y no tenía pensado fallar.
"Buenas tardes señor Manuel, quizá piense que no seré capaz de manejar un periódico, pero soy más capaz de lo que mi edad aparenta" continúe hablando antes de que él respondiera "ahora, como somos un periódico nuevo, nuestra primera meta será ganar reputación y confianza del público, me gustaría contratar a personas, cuyo único trabajo será buscar noticias, nuestras noticias deben ser confiables por lo que será muy importante buscar a buenas personas que sean nuestros periodistas"
Manuel después de su sorpresa inicial, actuó profesionalmente tratándome como su jefe, discutimos la contratación de periodistas, la búsqueda de negocios que quieran publicidad en el periódico y finalmente que nuestro periódico será públicado cada dos semanas.
"Bueno, Manuel fue un gusto" hablé mientras le ofrecía un apretón de manos.
"Lo mismo señor Leonardo, le mantendré informado por carta" dijo Manuel dándome un apretón, aún un poco incómodo por tratar con un niño.
Después de que Manuel se retiró de la hacienda, mi padre me llevó al patio, donde se entraba un hombre de unos 36 años, él era alto, piel bronceada, tenía cabello negro hasta los hombros y un bigote bien peinado y una cicatriz desde su ceja hasta su barbilla, vestía un chaleco con una camisa blanca, pantalón negro y un par de botas negras. El hombre estaba recargado en un árbol en la parte de atrás de la hacienda.
"Te presentaré Leonardo, este hombre es Carlos "la serpiente" Hernández"
Mi padre dijo mientras nos acercabamos, alzando la voz para que Carlos nos escuchará.
"El será tu maestro de combate, espada y armas de fuego"
"¿Se supone que debo enseñar a este pequeño niño? Se romperá apenas empecemos" dijo respectivamente Carlos.
"Se te pagará por enseñarle, ese es el trato, no me importa lo demás, solo debes asegurarte de que aprenda y siga vivo" respondió mi padre.
"Bien, entonces no te quejes con mi brutal entrenamiento"
"Mientras aprenda, como lo haga no importa" dijo mi padre antes de volver a entrar en la hacienda dejándonos solos a Carlos y a mi.
"Bien, niño escucha, no importa si eres un genio, o que tan rico es tu padre, yo soy tu maestro y me obedeceras, ¿está claro?"
Estaba enojado por el comportamiento de Carlos, pero sabía que el era quien me enseñaría, así que solo apreté los dientes y conteste.
"Señor, sí señor"
"Mmm, me gusta como suena eso, bueno me aseguraré de que adquieras un buen cuerpo, con entrenamiento militar, si aún puedes continuar te daré clases de esgrima, si no puedes, lo vamos a posponer hasta que puedas continuar después del ejercicio, ahora ponte está mochila y sígueme, olvide mi guitarra en mi casa e iremos por ella, llevarás la mochila todo el camino"
Cuando tome la mochila casi me caigo hacia delante por lo pesada que estaba.
"Maldición, ¿que llevas en la mochila?"
"Piedras, solo es para tu entrenamiento, ahora andando quiero regresar antes de que se ponga el sol"
"Hasta donde vives"
"Cerca, al pie de la montaña después de los campos de cultivo"
"¡Eso está a 30 minutos!"
"Más vale que partamos entonces"
Y así mi nuevo maestro me obligó a caminar hasta la ciudad, cargando piedras, juro que cuando regresamos solo quería morir en mi cama, pero cuando estaba listo para ir a mi cuarto, Carlos me sujeto el hombro.
"A dónde vas el entrenamiento empezará, ahora agarra tu espada de madera, empezaremos con un pequeño duelo y luego te enseñaré los fundamentos de la espada"
Estaba a punto de maldecir y correr a golpear a Carlos, pero recordé porque estoy entrenando, ya tranquilo agarre mi espada de madera y fui con Carlos, sin siquiera decir una palabra de lanzó a atacarme, yo intenté de todo para defenderme, pero en mi vida pasada no adquirí conocimientos en esgrima, y solo recibí una paliza mientras intentaba bloquear los ataques.
Para el final del día me bañe antes de ir a mi habitación, podía sentir como me dolía cada parte de mi cuerpo, pero lo que más me dolía era no poder haberle dado ni un golpe a Carlos, la próxima vez me aseguraré de darle en la cara, pero eso tendrá que esperar, ya que solo tocar la cama quede inconsciente, de momento solo podía soñar con golpear a Carlos.
¿Tienes alguna idea acerca de mi historia? Coméntalo y házmelo saber.