*Marco*
La mujer aún mantenía la capucha cubriéndole el rostro. Su capa era verde oscuro y pesada, del tipo que sería lo suficientemente bueno para dormir, del tipo que protegería a quien la usara en todo momento.
Era poco más que un accesorio, dado que éramos lobos e impermeables a todas esas cosas de cualquier manera.
Ella no quería mostrar su cara.
La había visto antes, pero hace años, cuando aún era una niña. Y no la recordaba, pero incluso si lo hubiera hecho, dudaba que pudiera ayudar de alguna manera. Probablemente había cambiado desde entonces. Todos lo hicimos.
Hablaba muy poco, e incluso cuando hablaba no reconocía nada ni revelaba nada.