*Arealla*
Mis temores resultaron estar bien fundados. A pesar de que la noche anterior había cambiado a medias con Marcus, nada de lo que habíamos hecho parecía hacer que volviera a salir ahora.
"Vale, para", dijo Liana, mirándome a la cara con expresión incrédula. "Eso se ve terrible".
Abandoné la postura que había estado manteniendo, ni siquiera segura de lo que intentaba hacer yo misma. Anoche había funcionado con la emoción, pero obviamente esa no podía ser la clave todas las veces. Había visto lobos transformarse sin tener que pasar por una crisis intensa para cada transformación.
Pero fuera cual fuera la clave, yo no lo conseguía. Pasamos horas probando diferentes técnicas, pero yo me frustraba cada vez más porque no llegábamos muy lejos.
"Podrías intentar hablar con tu loba", sugirió Liana esperanzada. "Tal vez ella pueda ayudarte".
Yo no estaba tan seguro. Ella no había salido anoche porque yo le había hablado. Ella me había hablado porque yo la había desbloqueado.