—Greg, llévame.
Lindsey Wolfe miró hacia arriba con sus ojos borrachos y vidriosos y miró a Greg con afecto, susurrando:
—Estos últimos días, he pensado mucho y de repente, he llegado a entender algo.
Frente a su mirada, Greg de repente se sintió un poco culpable y dio una sonrisa avergonzada:
—¿Qué has entendido?
—Te has vuelto más inteligente, ¿no es cierto? Desde el día en que lidiaste con el Tío Hall, has estado volviéndote más inteligente, ¿verdad?
—Yo...
Greg se sorprendió. Sabía que Lindsey era inteligente, pero no había anticipado que fuera tan perceptiva.
Por un momento, se quedó sin palabras. Incluso cuando se enfrentaba a la familia Lin, nunca se había sentido tan desconcertado:
—Debe ser así.
Sin esperar la respuesta de Greg, Lindsey continuó directamente: