Tristán suspiró profundamente.
Una tenue sonrisa apareció lentamente en sus labios mientras susurraba su nombre —Bella...
Saca su teléfono móvil para enviarle un mensaje. Sin embargo, antes de que pueda escribir algo, aparece un texto.
La sonrisa de Tristán se hizo más amplia al leer el nombre del remitente; era su esposa, Bella.
¿Cómo supo que estaba a punto de enviarle un mensaje para preguntarle dónde estaba ahora? Siente que parecen comunicarse telepáticamente.
—Esposo, te extraño. Solo quería hacerte saber que ahora estoy reuniéndome con mi equipo legal en mi oficina —Bella.
El corazón de Tristán se calma lentamente, y se siente aliviado al saber que ella está de vuelta en su oficina.
Desde anoche, cuando supo que se encontraría con Amanda Spencer hoy, no había dejado de preocuparse por su reunión. No sabía por qué, pero una extraña preocupación surgió en su mente: la familia Spencer le robaría a su esposa.