Dax se sorprendió al ver a Tristan con los ojos cerrados; parecía como si estuviera dormido.
—Papi, ¿estás durmiendo?
Tristan se sorprendió al oír la voz de Dax cerca. Se giró para ver a su hijo, la sonrisa asomaba en sus labios.
—¿Ya terminaste de jugar con el tío Max? —preguntó Tristan, tomando suavemente la mano de Dax, su mirada entrelazada con la alegre de su hijo.
—Sí. El tío Max dijo que no puedo sentarme y mirar el monitor por mucho tiempo, así que... ahora vamos a descansar.
—Ya veo. Lo que dice el tío Max es cierto... —Tristan echó un vistazo a Max, aún sentado pero mirando en su dirección. Le hizo una leve señal de asentimiento, indicándole que tomara un descanso.
—¿Dónde está mami?
Tristan se sintió ligeramente sorprendido al escuchar la pregunta de Dax. No sabía dónde estaba Bella en ese momento; su mente estaba llena de pensamientos después de que ella saliera de la habitación.