Fu Shiyan pareció darse cuenta en ese momento de que Shen Feiwan había contestado su teléfono.
Lo tomó directamente de la mano de Shen Feiwan, miró la pantalla y dijo:
— Mamá.
—¿Interrumpí algo importante? —Lin Lanhe ahora se atrevió a hablar.
Temía que ahuyentaría a la futura novia en el momento en que apareciera.
—¿Por qué me llamaste de repente?
—¿Es que no te importa nada tu hijo? —Lin Lanhe replicó.
—Entonces deberías volver pronto.
—Solo te estoy avisando, volveremos en una semana.
—Vas a acabar conmigo —dijo enfáticamente Fu Shiyan.
—Te estoy dando espacio para estar solos juntos.
—Mamá.
—Mira, ya has avanzado hasta la mitad, ¿no?
...
—Nos vemos en una semana.
—¿Cómo está Dick? —Fu Shiyan preguntó apresuradamente.
Vio que la mirada en los ojos de Shen Feiwan era claramente de molestia.
—Está bien, me tiene mucho cariño. Más agradable que tú cuando eras niño.
—¿No ha estado clamando por volver?
—Prometí traerlo de vuelta en una semana y ha sido muy bueno.