—¡Tú! —Bai Zhi apretó los dientes furiosa.
No estaba así cuando Shen Feichi solía hacerle la corte.
—Por cierto, la razón por la que pude quedarme en Joyería Fulan no tiene nada que ver contigo, es por mi propia capacidad de diseño, lo cual realmente no tiene mucho que ver contigo —dijo Shen Feichi sarcásticamente.
—¿Tu capacidad de diseño? Si tuvieras alguna capacidad de diseño, ¿estarías Joyería Fulan en un desastre como ahora?
—¿Así que sabes que Joyería Fulan ha empeorado bajo tu dirección? Cuando Shen Feiwan y Fu Shiyan estaban allí, Joyería Fulan era una joya resplandeciente, pero mira lo que se ha convertido en tus manos, solo un trozo de vidrio roto.
—¡Shen Feichi, basta ya!
—Solo te estoy ayudando a darte cuenta de tu propio estatus y capacidades. Lo hago por amabilidad, para que otros no se rían de ti más tarde —Shen Feichi no le dejó dignidad a Bai Zhi.
Bai Zhi estaba enfurecida al extremo.
Pero se mantuvo calmada.