—Fu Shiyan apareció ante todos así como así.
Varios soldados de las fuerzas especiales lo seguían.
Claramente, el equipo enviado para rescatar a Fu Shiyan y Shen Feiwan también había llegado, pero era demasiado tarde.
Ella lo había perdido.
—Shen Feiwan miró a Fu Shiyan —¡No te acerques!
—Los ojos de Fu Shiyan se movieron ligeramente.
—Los pasos que daba hacia adelante se pausaron.
—Incluso si te acercas, no puedes salvarme —dijo Shen Feiwan—. ¡Am Son no me dejará ir!
—¡Cállenla! —ordenó Am Son.
—Un soldado de las fuerzas especiales rápidamente rasgó un trozo de su camisa y se lo metió en la boca a Shen Feiwan, ignorando su lucha.
—Shen Feiwan estaba llena de rabia.
—¡Suelten a Shen Feiwan! —rugió furiosamente Fu Shiyan, viendo el estado de Shen Feiwan.
—Habla demasiado. No quiero oír ni una palabra más —dijo Am Son indiferentemente.
—¿Qué quieres para dejar ir a Shen Feiwan? —preguntó Fu Shiyan a Am Son.