—Se mezcló entre la multitud —dijo.
Fu Shiyan llevó a Shen Feiwan de vuelta al jardín trasero otra vez.
Shen Feiwan tomó una respiración profunda.
Realmente le disgustaban las ocasiones sociales dentro.
Se sentó en el columpio del jardín trasero, recuperando el aliento.
—¿No te vas? —Shen Feiwan frunció el ceño.
Fu Shiyan estaba actuando como una tirita adhesiva esa noche, no se le podía despegar de ninguna manera.
—Yo también me canso —Fu Shiyan se sentó junto a Shen Feiwan en el columpio, balanceándolo.
El columpio se mecía.
—¿Qué haces en este columpio? —Shen Feiwan preguntó con mal humor.
—Descansando —dicho esto, cerró los ojos para descansar su espíritu.
Shen Feiwan no le hizo caso.
Habiendo recién dado una vuelta, sus pies realmente le dolían.
Hacía mucho tiempo que no caminaba tanto con tacones tan altos, parecía que le estaban desgarrando la piel.
Se recostó en el columpio, mirando hacia las estrellas que llenaban el cielo.
La noche era hermosa esta noche.