La persona en el escenario era Gang Xue, quien había derrotado a Chen Dao.
—¡Pandilla Sangrienta! —Los ojos de Chen Dao brillaron.
—¡Lu Ming! —Luo Xin, por otro lado, mostró un rastro de preocupación.
—Lu Ming, Lu Ming, ¿no eres muy poderoso? Si tienes la capacidad, acepta el desafío. ¡Nunca te rindas!
—Los ojos de Chen Zhao centelleaban de rencor. Odiaba a Lu Ming hasta la médula. Su cara aún estaba hinchada. Esperaba que Lu Ming aceptara el desafío. Si lo hacía, definitivamente moriría a manos de la Xue gang.
—Asura, ese es un nombre muy dominante. Solo no sé si tienes las agallas —Xue gang se burló.
—¿Coraje? ¿Qué es el coraje? —Lu Ming sonrió levemente.
—¡Me temo que te rendirás antes de la batalla! —Xue gang se lamió los labios.
—Jeje, Gang Xue, no necesitas provocarme. Has venido en el momento justo. ¡Puedo usarte para practicar mis técnicas de puño! —dijo Lu Ming.
—¡Jaja, así que no te vas a rendir? ¡Jaja, bien! —Xue gang estaba eufórico.