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—¡Huala! Cuando la vigésima séptima luz brilló en los ojos de Lu Ming, Yan kuangtu se detuvo. No continuó viajando a través del espacio.
—¡Estamos aquí! —La voz ligeramente complicada de Yan kuangtu sonó mientras miraba hacia el Este.
A cien millas de distancia, una ciudad negra como el carbón se alzaba imponente, como si hubiera experimentado el paso del tiempo.
Esa era Ciudad de Tianxuan.
Los ojos de Lu Ming estaban llenos de emoción. Finalmente habían llegado a Ciudad de Tianxuan.
Al mismo tiempo, también estaba secretamente impactado. Viajar a través del espacio era demasiado rápido. Había dieciséis grandes dominios entre el Dominio de Hong y Dominio Tianxuan, y muchos de ellos eran más grandes que el Dominio Tianxuan. Y ahora, habían llegado.
Solo tomaría aproximadamente una hora.
—Lu Ming, no iré a Ciudad de Tianxuan contigo. Voy a la ciudad antigua y estéril para ver la situación —dijo Yan Kuang tu.