Klaus sonrió al ver que había conseguido el primer punto. Sabía que era una buena señal. Estaba confiado en sus habilidades y determinado a vencer a Ashley.
Ashley, por otro lado, frunció el ceño al ver que había perdido el primer punto. De alguna manera, lo esperaba, pero aún así estaba frustrada. Estaba acostumbrada a ser la primera en todo, especialmente en combate con daga. Se miraban el uno al otro a través de la pantalla e intercambiaban una mirada desafiante.
—Eso fue suerte —Ashley intentó decirse a sí misma, ocultando su frustración.
Cuando volvieron sus ojos al juego, vieron aparecer otro punto en la rejilla. Movieron sus dedos otra vez, intentando atrapar el punto antes que el otro. Oyeron otra campana sonar y vieron que esta vez Ashley había conseguido el punto.
—Eso fue suerte —dijo Klaus a través del micrófono, irónicamente, casi como si hubiera escuchado sus pensamientos de antes.