—No Blake mañana. Pero deberíamos volver a dos veces al día a partir del lunes —dijo él.
{R-18}
Blake mordisqueaba la oreja de Yili mientras preguntaba:
—¿Si solo qué?
—¡Nada! —Yili se sonrojó mientras se inclinaba y besaba a Blake.
Blake fue a su lugar habitual donde las otras dríadas lo esperaban. Ya habían preparado una cama y todo lo demás, junto con algunos asientos rodeados por una pared de tierra. Chicas de todas las razas estaban presentes con miradas de expectación en sus rostros. A Blake le resultaba gracioso cómo todas se excitaban con un porno en vivo. Ninguna de estas chicas se molestaba siquiera en llevar ropa y tenían muchos juguetes listos, preparados y esperando para mirar mientras él cumplía con su deber con las dríadas.
Yili se deshizo rápidamente de su ropa, dejándolo desnudo de pies a cabeza. Miró la vara que se endurecía frente a sus ojos y se lamió los labios. —Hace tiempo que no te saboreo.