Esta vez sus acciones captaron la atención de los monstruos humanoides de escamas negras en el interior. Uno de ellos levantó la mirada hacia Blake y le mostró una sonrisa horrenda, dejando ver sus afilados dientes ensangrentados
—Criatura, ¿no moriste? Parece que eres más poderoso de lo que pensé. Pero lamentablemente, ¡eres demasiado débil para romper mi barrera! ¡Los Reglios gobernarán este mundo! Ahora observa cómo destruimos a estas insignificantes criaturas.
Blake frunció el ceño. Miró al monstruo humanoide de escamas negras que acababa de hablar y se preguntó qué demonios era. Se había llamado a sí mismo un reglios. También se dio cuenta de que solo podía oír la voz del monstruo. No podía escuchar a la gente en el interior ni los disparos de armas y la magia que estaba siendo utilizada. Esto demostraba que quien había lanzado la barrera era quien le estaba hablando. Tomó una profunda respiración y gritó: