La sucursal principal de la Academia AHC estaba rebosante de energía. Estudiantes y profesores por igual se apresuraban a través de los grandes pasillos, mezclando sus voces en una cacofonía de emoción y nerviosismo. Era el día en que muchos de los estudiantes más brillantes de la academia serían enviados a Marte para la Iniciativa Vanguardia de Marte, y la atmósfera vibraba con anticipación.
Remy estaba entre la multitud, rodeado de sus amigos y admiradores. Sus amigos le daban palmadas en la espalda, mientras otros le inundaban de felicitaciones y buenos deseos. Sonriendo cortésmente, Remy devolvía su emoción con sonrisas amistosas y asintiendo con la cabeza. Pero detrás de esa sonrisa, un nudo de inquietud se retorcía en su estómago. Su mente no paraba de regresar a la carta que había recibido esa misma mañana. Las palabras ominosas de la carta lo habían perturbado tanto que, tras la advertencia del remitente, la había destruido inmediatamente.