—Bueno, bueno... Humano. ¿No eres más fuerte que estos patéticos? ¿Tu esposa dragón te ayudó a fortalecerte? —preguntó Remil mientras su sangre oscura se llenaba en sus ojos.
Sus uñas comenzaron a crecer y sus venas comenzaron a aparecer por todas sus piernas.
—Booo... —dijo Remil mientras desaparecía de su posición y aparecía justo frente a la cara de Anon.
*Booooom*
Ella golpeó a Anon en la cara y Anon salió volando hacia la pared trasera de la habitación donde rompió otra pared.
En la sala de un profesor...
—Oye... ¿Escuchaste algo? —preguntó una chica.
—No, tienes clases mañana y necesitas dormir... —dijo el profesor mientras abrazaba a la chica y volvía a dormir.
—Pensé que escuché algo... Como una explosión o algo así. —murmuró la chica mientras volvía a dormir.
De vuelta en el baño...
Mientras el polvo se asentaba, Remil notó que el cuerpo inconsciente de Anon yacía allí sin moverse ni un poco.
—¿Eso fue todo? ¿Ya terminó? —preguntó Remil con una sonrisa.