—También os eché de menos —dijo Leiah mientras los acariciaba—. Dijisteis que estabais trabajando en algo, pero no pensé que fuera algo así... nunca dejáis de sorprendernos.
—Bueno... de todos modos, lo siento por esto, mamá —dijo Rain después de rascarse la cabeza—. Les dije a mis amigos que estaría fuera por un tiempo y que alguien se quedaría con las chicas, pero no se lo dije a ellas. Aún así, creo que sería mejor que no te mostraras afuera.
—No te preocupes, tengo esto —dijo Leiah y luego sacó algo de ropa de sirvienta de su equipaje—. Estará bien si todos piensan que soy una criada, ¿verdad?
Rain tenía una ardiente curiosidad por saber por qué su madre estaba vestida con un uniforme de criada. Sin embargo, no pudo reunir el coraje para buscar una explicación, temiendo que la respuesta pudiera marcarlo de por vida. A veces, es mejor dejar ciertos misterios dormidos.