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Mientras tanto, Ciudad de Ventormenta había caído en el caos.
La afectación de Stano por Aurelia no tenía parangón.
Al enterarse de su secuestro, de inmediato movilizó a decenas de miles de soldados para comenzar una meticulosa búsqueda casa por casa.
Las puertas de la ciudad se sellaron firmemente, eliminando cualquier posibilidad de salida.
Innumerables sirvientes, esclavos y asistentes emergieron de la Mansión del Señor, inspeccionando las calles en busca de cualquier rastro de Howard y Aurelia.
Su estatus podría parecer bajo, pero no se les debe subestimar.
Habiendo servido en la Mansión del Señor durante tanto tiempo, todos habían sido entrenados en técnicas marciales y habilidades de combate, independientemente de su posición.
En este mundo, no hay concepto de despertar talentos innatos; cualquiera dispuesto a cultivar podría al menos alcanzar el nivel 10 o 20.