Después de empujar con éxito a Dame al portal, Chip cruzó sus brazos y miró el portal con una sonrisa en su rostro. Algunos de los demás en la habitación no pudieron evitar mirarse entre sí.
—¿Cómo puede alguien tener esa expresión en el rostro después de enviar a alguien a ese lugar? —susurró uno de los guardias.
—Chip ni siquiera se molestó en explicar nada tampoco. Parece como si ese tipo acabara de llegar. ¿Estará bien?
—Debería estar bien. Tenía Qi fuerte para su edad... pero nunca sabes qué va a pasar en ese lugar.
Después de esperar bastante tiempo, Chip fue al borde de la habitación y se relajó en una silla. De vez en cuando, salía de la habitación, regresaba con algunos bocadillos e incluso un libro. Leía el libro y de vez en cuando miraba hacia el portal. Hasta que un hombre de cabellos grises y bien formado entró.
—Chip, te he estado buscando por todas partes. ¿Todavía estás aquí?